Por Emiliano Penelas
Independiente cayó con Boca por 3 a 0, en un resultado
que fue mentiroso pero que dejó muchas cosas a revisar para el Rojo.
El Burrito
Martínez, sobre el final de cada tiempo, y Silva, cuando se moría el partido,
los goles.
Montenegro, otra vez el más claro del equipo de Gallego, que se fue
enojado.
Se jugó un primer tiempo intenso, con oportunidades en
los dos arcos, un tiro en el palo de Boca, una pelota sacada sobre la línea que
podría haber sido el primero de Independiente.
El encuentro era de ida y
vuelta, el Rojo mostraba ritmo y buenas conexiones entre Montenegro (otra vez,
por lejos, lo mejor del equipo), Miranda y el Malevo Ferreyra.
Pero otra vez el pecado de la distracción y una enorme
jugada de Juan Manuel Martínez, cuando terminaba el primer tiempo, abrió el
marcador para el Xeneize que así se iba ganador al vestuario.
En la segunda parte el ritmo del encuentro bajó,
Independiente tenía la posesión de la pelota pero seguía mostrando clarísimas
falencias en el ataque.
El Tolo sacó a Godoy y sumó a Benítez, y a falta de
diez minutos eligió que fuera Tuzzio quien salga, dejando línea de tres en el
fondo y poniendo a Patricio Vidal para ir a buscar con más delanteros.
El suicidio se vino de golpe.
Una excelente jugada del
Burrito Martínez sobre un lateral, y una pésima reacción de la defensa Roja
permitieron que el volante pretendido esta misma pretemporada por Independiente
marcara el segundo de su cuenta.
Y a falta de un minuto para el final del
partido, una malísima salida de Velázquez le dejó servida la pelota y la
definición a Silva para el tercero.
Viendo el partido en el global, no era justo un 3 a 0,
pero la falta de gol (el Rojo no marcó en todo el verano), de otro delantero y
los errores en defensa dejaron muchas preocupaciones, a una semana del inicio
de los partidos por los puntos.
Fuente La Caldera del Diablo
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