Escrito por Carlos Maidana
Solamente Independiente, por su enorme grandeza, es capaz de
sobrevivir a un año tan caótico como ha sido este 2011 y aún así generar las
esperanzas de un futuro mejor, que nos reencuentre con esa sensación de
pertenencia, con esas ansias renovadas de gloria, con ese compromiso
recuperado.
Porque, para ser claros, nos llevaron a nuestra mínima
expresión, a sentirnos extraños en nuestra casa. A no reconocernos dentro del
campo de juego, a tratarnos como rivales en las tribunas. Impropios, se
vistieron de Rojo e hicieron alarde de ello, al mismo tiempo que nos iban
matando de a poco.
Pero vivimos y cuan grande somos volvemos a permitirnos
soñar con un año mucho más prospero. Porque lejos de los nombres propios, el
triunfo ha sido de Independiente. Es el socio el que ha dicho basta, el hincha
que se despertó de un letargo en el que estaba sumido, premeditado y oficiado
por personas que desearon que así sea.
Otro grande que también duerme, supo decir sabiamente: “Si
algo está enfermo, está con vida”. Y vaya si es cierto. Porque Independiente
así estaba, enfermo, infectado de cuestiones que poco tienen que ver con su
rica historia. Un dolor que caló hondo en el corazón de aquellos que,
orgullosos, llevaron su bandera durante toda una vida como principal estandarte.
No queda más que mirar hacia delante con esperanza. No por
hacer caso omiso ni olvidar a quienes casi nos destruyen. En este ejercicio de
remar entre todos ya habrá tiempo para ocuparnos de esos temas. Pero lo que
viene, puede ser mucho mejor. A no aflojar gente, a no olvidarse.
Es tiempo de buscar, en lo más profundo de nuestro ser, esos
motivos por el cual cada día nos despertamos un poquito más Rojos y llevarlo a
la práctica. Ese amor incondicional que nos sacó lagrimas, risas, felicidad,
penas y el enorme compromiso renovado. Para accionar este motor y hacerlo
andar, para empujar entre todos hasta el lugar que nos corresponde. Depende
únicamente de nosotros, como siempre, como lo marcan las ricas páginas de
nuestra historia.
Aunque nos lleven la contra. ¡Feliz 2012!
Fuente Infierno Rojo
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