Favio Verona
Con apenas dos goles en el semestre, Facundo Parra asume su
crisis. “Hasta hace un tiempo me salían todas y hoy me sale todo al revés”,
analiza, no sin transitar por la autocrítica y hacerse cargo. “Tengo que
levantar porque ya no me queda mucho tiempo para reconciliarme con la gente de
Independiente”.
Para Facundo Parra el arco tiene faja de clausura. En lo que
va del semestre, el delantero tuvo una magra cosecha: disputó 15 partidos y
convirtió dos goles. “Quiero volver a ser el delantero que era antes. Soy
consciente de que estoy pasando por un momento muy malo y si quiero resurgir
tengo que ser autocrítico, por algo es que no puedo convertir”.
-¿Qué explicación le encontrás a esta sequía? -Este es el
peor momento de toda mi carrera, nunca pasó tanto tiempo sin poder convertir y
no veo la hora de que se rompa esta racha. Tengo que estar tranquilo, porque la
ansiedad por revertir esto me lleva a tomar decisiones desacertadas.
-¿Por qué se redujo tanto tu nivel? -No sólo cayó mi nivel,
también el del equipo y a veces todo va de la mano. Hasta hace un tiempo me
salían todas y hoy me sale todo al revés. Después del gol a Racing pensé que se
me iba a abrir el arco, pero las cosas fueron de mal en peor.Lamentablemente
ocurrió todo lo contrario y de a poco fui perdiendo mi lugar entre los
titulares.
-¿Comprendés los insultos de la gente? -Entiendo el enojo
del hincha, hace rato que Independiente no consigue jugar bien y el promedio
genera preocupación. En este torneo siento que estoy en deuda con la gente.
Todos esperaban más de mí y no pude cumplir con las expectativas, pero todavía
puedo cambiar las cosas y voy a tratar de hacerlo de inmediato porque ya no me
queda mucho tiempo para reconciliarme con la gente.
-En varios partidos terminás jugando en una posición muy
retrasada, ¿el técnico te pide que hagas eso? -No, no es un pedido del técnico.
Ramón quiere que me quede siempre en el área, pero cuando no puedo entrar en
contacto con la pelota me descontrolo y me retraso para ir a buscarla. Yo sé
que en eso no le soy útil al equipo, pero la desesperación por participar me
lleva a cometer errores. Pero esto no me puede volver a pasar.
-¿Por qué cuando jugabas con Silvera ésto no pasaba? -Cuando
estaba Silvera siempre me llegaba la pelota. El Cuqui no sólo se destaca por
convertir, también hace jugar a los demás. Hoy no está y yo sé que tengo que
adaptarme a jugar con otros compañeros, pero no se puede negar que se lo
extraña porque es un jugador de jerarquía, de esos que no abundan en el fútbol
argentino.
-¿En qué te beneficiaba jugar con Silvera? -El Cuqui te
aseguraba varias pelotas de gol por partido y eso me ayudaba. Me sentía muy
cómodo jugando con Silvera, pero no puedo quedarme en el pasado, ahora tengo
que trabajar sin descanso para poder entenderme con los delanteros que están,
tengo que ser más contundente porque ya no tengo tantas situaciones de gol y
debo aprovechar las pocas que tengo.
-¿Tenés temor de perder la titularidad en forma definitiva?
-Temor no, pero quiero cambiar ya esta situación. Para un delantero es muy duro
no poder convertir porque uno sabe que está acá para meter goles. Ojalá este
maleficio se rompa de una vez por todas, nunca me pasó algo así...
-¿Qué motiva al equipo para seguir adelante? -Lo único que
nos queda es tratar de sumar muchos puntos y ver si podemos clasificar a la
Copa, aunque la realidad es que también estamos muy lejos de ese objetivo.
-¿Están decepcionados con este semestre? -No se dio lo que
esperábamos. El equipo no está jugando bien. Estamos muy flojos en todas las
líneas y debemos levantar rápido nuestro nivel, no podemos darnos el lujo de
seguir dejando puntos en el camino porque Independiente precisa sumar en forma
urgente para engrosar su promedio antes de que sea demasiado tarde. En los dos
últimos partidos jugamos mal y vamos a tener que trabajar más que nunca para
cambiar esta situación.
Fuente Olé

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