Por Denis Fabricatore
Independiente
tuvo un pésimo debut en la Liga Profesional. Volvió a jugar mal y perdió 3-1
ante Talleres en el Estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini.
Alexis Canelo fue expulsado.
No cambió nada.
El Rojo empezó el torneo de la misma manera que terminó el anterior. Defiende
mal, no sabe cómo atacar y le cuesta horrores generar juego. Esta tarde quedó
expuesto contra un equipo más trabajado que ya lo había complicado en el cierre
del torneo anterior. Todo esto, con un pésimo arbitraje de Yael Falcón Pérez, a
quien se le fue de las manos el partido.
Si bien el local
llegó primero con una buena acción de Santiago López y un remate suave de
Canelo, el marcado lo abrió la T. A los 8 minutos, Gustavo Bou encaró, la
pinchó para Federico Girotti y el 9 tuvo todo el tiempo del mundo para pararla,
girar y definir. Sin embargo, el festejo no le duró mucho, porque a los 10′,
Matías Catalán quiso despejar un centro de Gabriel Ávalos y la terminó metiendo
de cabeza en contra de su propio arco.
Se esperaba que
Independiente aprovechara ese regalo del visitante, pero no encontró los
caminos ni la claridad necesaria para hacerle daño al rival. Sobre el final del
primer tiempo, llegó la jugada que lo condicionaría por el resto del partido:
Canelo fue a trabar una pelota a destiempo, el árbitro le mostró la segunda
amarilla y lo expulsó.
El Rojo quedó
condenado a jugar todo el complemento con un hombre menos. Si ya le costaba con
11, con 10 se le hizo imposible. Apostó a una contra que nunca llegó y con los
cambios, el equipo quedó todavía más partido. Un remate de Ignacio Maestro Puch
(entró por Ávalos) que Herrera mandó al córner, fue todo el peligro que generó
en la segunda mitad. Arriba, Santi López era el único que intentaba algo
distinto, pero le faltaba un socio.
En defensa, el
Rey de Copas quedó mal parado varias veces. Se salvó en un mano a mano que
Girotti erró de manera increíble y volvió a zafar cuando el travesaño le negó
el gol a Marcos Portillo. Pero sobre el cierre, en un mal achique de la última
línea, el propio Portillo encontró el espacio para cabecear un centro de Rubén
Botta y estampó el 2-1.
Ya en un contexto
terriblemente hostil, sólo quedó tiempo para que el VAR anulara una expulsión a
Lucas González y para que la T liquidara el encuentro en tiempo de descuento
con un golazo de Ramón Sosa desde mitad de cancha.
Independiente
arrancó la Liga dejando una imagen tétrica. Tevez sigue sin encontrarle la
vuelta y todo parece indicar que, salvo un milagro económico, este plantel va a
ser el mismo hasta fin de año. El panorama es bastante negro.
Fuente LxR
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