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martes, 16 de abril de 2024

¡Papelón infernal en Avellaneda!

 

 


Por Christian Ginko

 

Independiente tuvo autoridad durante los primeros 45 minutos y triunfaba 2-0, pero se olvidó de que el partido duraba 90 minutos y terminó empatando. ¡De terror!

 

Jornada difícil, chiva, con lluvia y un rival que venía por todo. Independiente y Talleres, viejos rivales, se volvían a enfrentar en una definición, en la que los dos se la jugaban para meterse en los cuartos. El Rojo tenía la espina de la derrota sufrida en Córdoba el año pasado, y esta vez no podía fallar ante su gente. Esta vez, volvió a decepcionar.

 

 

De arranque, el Rey de Copas fue más ambicioso. Con Iván Marcone como único cinco y tanto David Martínez como Adrián Spörle oficiando de volantes, el local adquirió un juego más vertical, y les dio rienda suelta tanto a Alexis Canelo como a Lucas González.

 


Así, en poco tiempo, avisó por medio del ex Arsenal, pero su remate se fue amplio y el receptor no la pudo controlar. Luego intentó por medio de Saltita, pero no consiguió encontrar el arco defendido por Guido Herrera. Así hasta que, a los 34 minutos, el Tata recuperó un centro perdido, tocó para González, y el jujeño mandó otro centro. Por atrás apareció Spörle solo, y de cabeza marcó el 1-0. ¡Estalló el Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini!

 

La T intentó reaccionar. Con algo de empuje y un Rubén Botta herido en el orgullo, casi llega al empate. De hecho, por medio de un tiro libre, el futbolista casi la clava en el ángulo, pero la pelota se fue desviada.

 

Independiente siguió haciendo su negocio, e intentó conseguir el 2-0 antes del descanso. En la última, afortunadamente, lo logró. Luego de un centro, Martínez controló y remató. La pelota dio en la mano de Miguel Navarro y, tras un chequeo en el VAR, Nicolás Ramírez dio penal y expulsó por doble amarilla al rival. Alexis Canelo, desde los doce pasos, decretó el 2-0.

 


El primer tiempo, 2-0 y con uno más, era el escenario ideal, pero el segundo arrancó de la peor forma. Primero fue Federico Girotti el que, mediante un derechazo lejano, descontó. Luego, de cabeza, Gastón Benavídez igualó el encuentro. En solo seis minutos, al Rojo le destruyeron todo lo hecho en 45.

 

De ahí en adelante, el ritmo fue monótono. Sin chispa, sin ganas, Independiente volvió lentamente a ser aquel equipo temeroso de hace varios años. El juego se redujo a sucesiones de pases intrascendentes, centros a la nada misma, y desatenciones en momentos clave. Nada nuevo nada bueno.

 

Sobre el final, casi lo pierde. Talleres no había hecho gran cosa, pero tuvo una que Girotti aprovechó para meter el 3-2. Vía VAR, el árbitro chequeó, y lo anuló. Seguía 2-2, pero de nada sirvió.

 

Al finalizar el encuentro, solo fue otra decepción. Independiente había sido un gran equipo en la primera parte, pero se quedó en la segunda y terminó empatando. Falta de ganas, de actitud, lo que lo caracterizó todo este semestre y lo caracteriza en estos tiempos. A varios jugadores les queda enorme la camiseta, y no entienden la importancia de jugar en el Rey de Copas. ¡Vergüenza!

 

 

 

Fuente Infierno Rojo


 

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