Por Javier Brizuela
Son muchas las muestras de cariño y respeto al club
A los hinchas muchas veces nos cuesta entender que los
jugadores profesionales tienen derechos como cualquier trabajador, porque lo
que hacen es precisamente eso, trabajar jugando al fútbol. Y a ellos también se
les dificulta darse cuenta que la lógica de la labor con la que se ganan la
vida, no tiene nada que ver con la de casi todo el resto de los trabajadores.
Y que por más que el hincha siempre resulte bastardeado y/o
poco cuidado en el mundo del fútbol, en parte porque no sabe comportarse en ese
ámbito, es nuestro sentimiento el que en definitiva sostiene ese enorme negocio
que resultó ser el deporte que tanto amamos.
Desde este lugar, siempre nos quejamos cuando vemos una
traición a nuestro sentimiento, más cuando proviene de alguien que le debe
agradecimiento a Independiente.
Porque no solo nos enoja, nos duele en el alma y la sangre
Roja, ver como aquel que se formó profesionalmente y como persona, se aleja de
la institución sin dejar un peso, olvidándose de todo lo bueno que vivió y
amparándose en los malos manejos de un gobierno de turno.
Entonces por eso, es menester reconocer cuando pasa lo
contrario, algo que por suerte desde que comenzó la colecta, viene ocurriendo
seguido.
Y esto va más allá de lo que hayan sido como jugadores, de
lo que brindaron (o no), dentro del campo de juego con la camiseta y el escudo
que llevamos tatuado en la piel.
Hablamos exclusivamente del sentido de pertenencia a una
institución que para nosotros es de lo más importante en nuestra vida. Y ese
amor, ese sentimiento, exagerado y enfermizo que tenemos y a veces hasta
padecemos, puede olvidarse o respetarse.
Encabezamos la nota con Barreto, porque Checho le demostró a
varios excompañeros que no era imposible irse sin traicionar al Rojo, a pesar
de también haber sufrido cortocircuitos y deudas con los gobernantes.
También con Togni, que pudiéndose irse sin más, aprovechando
el desierto dirigencial Moyanista, aparentemente va a extender su vínculo para
ser vendido.
Pasamos ahora por la gran cantidad de exjugadores surgidos
(algunos no) de nuestras inferiores, con Federico Mancuello como cara visible,
muchos de ellos después de hasta haber sido maltratados por los hinchas. Y sin
embargo nos están diciendo acá estamos, Independiente nos sigue dando saldo
positivo en la balanza, lo queremos como ustedes.
Sumando el gesto del Patito Rodríguez, que arregló cobrar el
20% de lo que se le debe, a las camisetas donadas, a los links pagados y los
que vendrán. Hasta el Kun, que muchas veces nos dio la espalda, o no estuvo a
la altura de nuestra exigencia (no estaba obligado), ayer habló del club. Y si
bien lo sigue haciendo desde muy afuera, y una posición cómoda, mostró
sentimiento como hacía mucho tiempo no pasaba.
A la gente como el Gaby, que en donde y cuando sea, aunque
lo haga con otro escudo en su ropa, habla y siente como uno de nosotros.
Cuando el que fuiste de pequeño se cruza con el que sos
ahora y ambos sonríen, ahí es.
No todo está perdido, todavía hay gente que ofrece su
corazón.
A todos ellos, muchas gracias.
Fuente Orgullo Rojo
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