Por Luciano Salgueiro
En un cotejo tibio y sin llegadas claras, el Rojo empató en
cero en el Amalfitani y dejó más dudas que certezas para lo que viene.
Pasó la tercera fecha para Independiente y es poco lo
rescatable del partido que aconteció ayer por la noche en Liniers. El equipo de
Stilitano, que el próximo domingo se enfrentará a Defensa y Justicia en
condición de local, tuvo un encuentro chato, donde no se vio un juego colectivo
y primó la individualidad de ciertos jugadores -caso Nicolás Vallejo y Kevin
López como ejemplo-.
Al Rojo le faltó generar conexiones entre los volantes y
delanteros. Si bien es cierto que Vélez generó una presión que dificultaba el
juego por abajo de Independiente, en ningún momento se logró oponer a eso. De
hecho, se veía a los jugadores muy aislados entre sí y con movimientos que
apelaban más a alguna genialidad de los extremos del equipo o alguna conducción
rápida del ex Quilmes. Esto se puede notar en la posesión de pelota, donde el
conjunto de Avellaneda terminó el cotejo con
el 40%. Si bien es un dato que por sí mismo no dice nada, en el contexto
donde se presenta te da una idea de los inconvenientes que tiene el Rojo para
generar juego.
Ese es un problema que el DT debe resolver rápidamente
porque ya es el segundo partido que pasa eso y no termina de encontrarle la
vuelta. Stilitano probó con varios cambios en el mediocampo, no solo en el
medio de los encuentros sino también entre fecha y fecha, y prácticamente no se
modificó nada. Incluso, si nos ponemos finos, podemos decir que hay cierta
involución con el correr de los cotejos. Pero esto no se debe necesariamente a
los cambios, es decir, hay ciertos jugadores que ingresaron y lo hicieron
medianamente bien como puede ser el caso de Juan Cazares ayer. El eje de la
cuestión se debe a que los buenos ingresos se deben a jugadas individuales o
algún remate de lejos, por lo que volvemos a la cuestión de la individualidad.
Otra de las cuestiones tiene que ver con los cambios
forzados que padeció Independiente en estas fechas. Entre lesionados y
suspendidos, el Rojo tuvo que realizar 4 modificaciones en estos partidos, sin
contar el caso de Sergio Barreto que tiene un inconveniente contractual con el
club. Esto genera que no se pueda afianzar un mismo equipo dentro de la cancha.
Si bien es verdad que hubo ciertos cambios en el 11 inicial por una cuestión de
nivel, como puede ser la salida de Tomás Pozzo, hay una rotación entre los
encuentros jugados que de cierta forma dificulta que el Rey de Copas crezca en
volumen de juego.
Obviamente hay que decir que el año recién arranca, que
Independiente tiene prácticamente un equipo nuevo entre los jugadores que
llegaron y los que se fueron, y que será cuestión de tiempo en que el Rojo
pueda desplegar todo su potencial. Stilitano tiene que estar atento para
rescatar todo lo positivo que hubo en estos encuentros y así poder desplegar
todo lo bueno en las próximas fechas que se vienen. A priori, podemos pensar en
que ciertos jugadores se están ganando su lugar en el primer equipo como los
casos de Rodrigo Rey, Ayrton Costa y los nombrados anteriormente López y
Vallejo. Por otra parte, hay algunos futbolistas que -con altibajos- empiezan a
luchar por un puesto entre los 11 iniciales como Cazares, Cauteruccio, Barcia,
entre otros.
Más allá de las cosas rescatables de estas 3 fechas, el
técnico de Independiente tendrá toda la semana para trabajar los aspectos
negativos y delinear un nuevo equipo para enfrentar el domingo a las 21:30 al
Halcón en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini. Con las dudas de
si Elizalde y Barreto podrán ser de la partida, Stilitano buscará el primer
triunfo de su equipo en condición de local en el torneo.
Fuente Infierno Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.