En un campo de juego muy rápido, como consecuencia de la
intensa lluvia, ambos equipos comenzaron con las mismas intenciones de manejar
la pelota y anular los espacios al rival. La preponderancia de posesión y
aproximaciones la tenía Racing, mientras que el Rojo se defendía y buscaba
alguna contra en ofensiva.
Los minutos posteriores no tuvieron grandes emociones, ni
jugadas de peligro. Lo más trascendente para el Rojo y mala noticia fue el
resentimiento de la lesión de Lucas Romero, quién tuvo que salir reemplazado
recién a los 16 minutos de juego.
Ya a los 22 minutos de juego, Racing tuvo dos oportunidades
de romper el cero. Independiente no defendía bien, dejaba espacios y no
encontraban ni pudieron tomar la posición de Lisandro López, quién jugaba de
interno central entre la línea de mediocampistas y delanteros.
La primera aproximación importante del Rojo llegó a los 27
minutos, cuando Alan Velasco manejó la pelota en tres cuartos del sector
izquierdo del campo, enganchó para adentro y tiró un muy buen centro a la
espalda de los centrales para Silvio Romero, pero el arquero de Racing, Gabriel
Arias, se adelantó y tomó esa pelota.
Sin embargo, tres minutos después, llegó la más clara del
partido. Tras un centro de la Joya por el sector derecho, Gabriel Arias tapó
esa pelota pero dejó el rebote en el punto de penal, donde estaba solo Andrés
Roa, quién le pegó con pique incluido y, cuando la pelota se metía, llegó
Leonardo Sigali sacándola en la línea. Era el primero para el Rojo y daba la
sensación de que el equipo de Falcioni se había despertado.
Y en la jugada ofensiva siguiente, tras otro centro de
Sebastián Palacios por el sector derecho, en este caso un buscapie, la pelota
cruzó toda el área chica. Silvio Romero anticipó a los defensores, solo la
debía empujar, pero la pelota le pasó por debajo de los pies. Inentendible.
Claramente, estaba mejor el Rojo pero la contundencia no aparecía.
Más allá de que, en la última del primer tiempo, Sebastián
Sosa tapó un remate increíble de Javier Correa; el Rojo fue de menor a mayor en
los primeros 45 minutos del clásico. Pero si la efectividad no aparecía, de
nada valía la generación de ataques.
Apenas comenzó el complemento, tras una gran jugada del
colombiano Andrés Roa por el sector izquierdo que enganchó y le dio un pase por
arriba a Sebastián Palacios en el sector de la medialuna que, de primera,
remató y la pelota se fue pegada al palo derecho. Muy clara para el Rojo.
Milagrosamente, llegando a los 10 minutos, el Rojo se salvó
tras un remate que tapó Sebastián Sosa de Leonel Miranda y un rebote, que Tomás
Chancalay remató en el palo. Increíblemente, el partido seguía en cero. La
respuesta de Independiente tuvo una similar jugada, en donde la pelota atravesó
el área chica y Sebastián Palacios no la pudo empujar.
Los 15 minutos posteriores, se reflejó a un Independiente
dominador del juego pero sin peligro. El partido entró en un terreno de
incertidumbre, con imprecisiones incluidas. Hasta que llegó el primero del
Rojo. A los 23 minutos de juego, luego de una pelota larga de Fabricio Bustos a
Sebastián Palacios por la derecha, el delantero tiró un centro a media altura
al área chica para que Silvio Romero cabecee de «palomita» al palo derecho,
marcando así el 1 a 0 a favor del local.
Independiente mostraba su mejor faceta y apareció la
efectividad, que tanto hacía falta. Buen tramo del partido para los de
Falcioni. Los minutos siguientes fueron de un juego friccionado, de malas
decisiones y muy cortado. Juego que, claramente, le favorecía al Rojo.
El cierre del partido fue de pura tensión y sufrimiento. Independiente
aguantaba como podía, con seguridad y confianza; mientras que Racing, con lo
poco que mostró en todo el partido, intentaba llegar a la igualdad de cualquier
manera.
Por la sexta fecha de la Liga Profesional, los de Falcioni
visitarán a Rosario Central el próximo sábado 14 de Agosto, desde las 20:15
horas, en el Gigante de Arroyito.
Fuente Infierno Rojo
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