Por noveno partido consecutivo, Joaquín Laso verá a sus
compañeros por televisión. El defensor llegó a Independiente libre luego de
romper su contrato con Rosario Central y perdonar una deuda de 300 mil dólares,
pero jamás pudo debutar en el Rojo.
Ya Julio Falcioni se hizo cargo y le pidió perdón por todo
este tiempo inactivo, pero desde la dirigencia no hay respuesta. Si bien el
jugador fue habilitado por la justicia ordinaria, desde AFA le comunicaron a
Independiente que lo mejor sería levantar la inhibición existente y evitar una
nueva sanción de FIFA.
Si la dirigencia no paga los 800 mil dólares al Torino, pero
hace firmar planilla al futbolista, podría sufrir una penalidad aún más grave.
Es por eso que tanto de la Asociación del Fútbol Argentino, como desde el área
de legales del club, le recomendaron a la comisión directiva que Joaquín Laso
ni siquiera vaya al banco de suplentes.
Pero claro, el deportista se siente totalmente perjudicado
por esta situación. Dejó un club en el que era titular para quedarse entrenando
en Villa Domínico sin jugar ni un minuto. Querrán negarlo, pero desde su
entorno empezaron a analizar la posibilidad de romper el vínculo y llevarlo a
una liga del extranjero, porque como si fuera poco el libro de pases local ya
está cerrado.
Será cuestión de tiempo para conocer el desenlace de esta
historia. Más allá de la ilusión de vestir la camiseta del más grande de
América, Laso es consciente que seguir perdiendo el tiempo que lo desfavorece
principalmente a él.
Fuente Infierno Rojo


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