Son muchos los futbolistas que han jugado en Independiente y
en Defensa y Justicia, sobre todo en los últimos años, en los que incluso han
intercambiado muchos entrenadores, como son los casos de Ariel Holan, Sebastián
Beccacece o Jorge Almirón.
Braian Romero, campeón con ambos, al igual que Nestor
Breitenbruch o Francisco Pizzini son casos recientes, tanto como Domingo Blanco
o Gastón Togni, pero hay un jugador, que dejó un buen recuerdo en el Rojo y que
tuvo un paso en el Halcón.
Corría el año 2004, cuando Pedro Damián Monzón había asumido
la dirección técnica del primer equipo en reemplazo de Daniel Bertoni, y para
disputar un partido ante Vélez, el Moncho, puso el ojo en un chico de las
Inferiores que se destacaba en la defensa. Era, ni más ni menos, que Carlos
Javier Matheu, un jóven de 19 años, nacido en Quilmes, que hacía rato venía
pidiendo pista. Sin embargo, aquél debut no iba a tener continuidad.
Recién en 2007, bajo la conducción de Pedro Troglio, Matheu lograría afianzarse como titular tras la lesión de Leandro Gioda, cumpliendo muy buenas actuaciones que le acercarían muchas ofertas desde Europa. En 2008 fue transferido al Cagliari, pero un año más tarde volvería a Avellaneda, con Américo Gallego como entrenador. Tuvo un nivel muy destacado nuevamente, en conjunto con el equipo, que pintaba para quedarse con el torneo, pero Argentinos Juniors se lo sacó de las manos en las últimas dos fechas.
En 2010 llegaría lo mejor de su carrera, aunque con
sinsabores, ya que a la alegría de haber sido convocado por primera vez a la
Selección, dirigido por Diego Maradona, se le sumó la frustración de que,
siendo titular ante Costa Rica, en un amistoso, sólo pudo disfrutarlo dos
minutos en cancha, ya que sufrió una rotura de ligamentos.
De todas formas, el Quilmeño se repondría de ese golpe para
volver a recuperar su lugar vistiendo la camiseta Roja. En el segundo semestre,
y bajo las órdenes de Antonio Mohamed, volvería a ganarse un lugar en el
equipo, y se ganaría un lugar en la historia consiguiendo la Copa Sudamericana
de ese año.
El 9 de diciembre de ese año, y como Capitán, se prestaba a
recibir al Goias, de Brasil, que se había impuesto en el partido de ida por 2 a
0. El resultado final fue 3 a 1 a favor del Diablo, con goles de Julián
Velázquez (tras un rebote dado por el arquero, luego de un remate de Matheu) y
dos de Facundo Parra.
En la definición por penales pateó el cuarto de la tanda, luego de que Felipe errara el suyo, y convirtió, con mucha delicadeza, a la izquierda del arquero. Luego, quien cerraría la serie para conquistar el título sería Eduardo Tuzzio.
En 2012 quedó libre del Rojo y cerró su etapa ahí, luego
jugó en Atalanta y Siena, en Italia, hasta que en 2014 fue repatriado por
Defensa y Justicia, que era conducido por Holan. En el Halcón permaneció dos
años, con muy buenos desempeños, que le permitieron seguir su carrera en
Argentina. En la actualidad se encuentra vistiendo la camiseta de Quilmes, con
35 años.
Fuente de la Cuna al Infierno
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