El 7 de abril de 1952 nacía en Formosa Rubén Galván. El
Negro, se puso la camiseta más linda del mundo y la defendió con hidalguía,
llegando a ganar en el Rey de Copas 8 títulos internacionales y tres torneos
locales. En su palmarés con el club destacan las cuatro Copa Libertadores
seguidas del 72 al 75 y la intercontinental de 1973.
Su carrera deportiva estuvo plagada de gloria, llegando a
ganar todo con el Orgullo Nacional y dándose el lujo de salir campeón del mundo
en 1978 con la selección Argentina, donde si bien no sumó minutos integró ese
plantel. Galván era un cinco guapo, de los que ordenaba al equipo y cuando
tenía que aguantar él solo atrás lo hacía con creces, ganando los duelos
disputados ante el rival.
Su carácter en el terreno de juego congeniaba con la actitud
que necesitaba un equipo que se cansó de ganar todo y tener futbolistas de
calidad. Una historia que lo pinta de cuerpo entero es cuando en 1975, ante
Ferro, sufrió un golpe en su pierna, dijo que podía continuar y una vez
culminado el partido los estudios arrojaron que se había roto el peroné,
jugando 50 minutos con dicha lesión.
Por su parte, tiene el honor de ser el quinto jugador de
Independiente con más partidos internacionales. En el club de sus amores, más
allá de las Libertadores e Intercontinentales obtenidas, consiguió tres
interamericanas (73, 74 y 76) más los tres torneos locales del (71, 77 y 78) El
Negro es y será Independiente, alguien que defendió la camiseta como un hincha.
¡Feliz cumpleaños, Negro, gloria eterna del club!
Fuente Infierno Rojo
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