Por Ignacio Caruzzi
Norberto “Ruso” Verea, ex jugador de fútbol y actual
periodista, pasó por nuestros micrófonos para dialogar acerca de la actualidad
de Independiente y la necesidad de un proyecto serio en el Club.
Pese a ser lo más sensato por el contexto mundial, la manera
en la que se produjo todo no fue de agrado para el ‘Ruso’:
"En el marco de
dónde vivimos, la locura que hay hoy en día, me sorprendió la rapidez con la
que se terminó por parar el fútbol sin un plan", y agregó:
"Hay cosas
que no se cambiaron, estoy bastante enojado con el fútbol desde la
organización, que se hace a gusto y paladar de los que tienen poder".
Continuando con la desorganización del fútbol argentino,
analizó:
“No veo a la gente que salga clandestinamente a jugar al fútbol. El
hincha repiensa y empieza a exigir una estructura distinta para no vivir lo que
estamos viviendo ahora y apretar a los dirigentes”.
Sobre la situación económica del Rojo, apuntó:
"Los
dirigentes (Moyano y Maldonado) son los primeros responsables de todo, pero
estaban preocupados si iban o no presos".
Pese al momento que atraviesa la gestión Moyano, esto viene
de hace años:
"Se fue Holan, vino Beccacece y nunca hubo control
dirigencial. Es todo un negocio y no es la primera vez que le pasa esto a
Independiente. No voy a perdonar que nos costó muy poco levantarnos, ascendimos
y a los pocos años fuimos campeones", y amplió:
"Independiente
después de Bochini siguió ganando, es mentira lo del paladar. Los altibajos
nadie los paró ni los supo parar. En los 90 pasamos de pelear el descenso a
pelear el campeonato".
La mayor falla de la dirigencia fue no leer el negocio del
fútbol:
"Aun cometiendo errores, trayendo futbolistas hasta que se armó un
equipo competitivo, hay que leer el negocio y se perdió el punto de vista.
Cuando se hablaba de la octava, el negocio era el River-Boca en la final".
Sobre el actual manager, plantó la duda:
"Hoy cuesta
aceptar que hay que reconstruirse y volver a armarse. Siempre se vuelve a la
duda, no sé si Burruchaga es el correcto", y amplió sobre como recrearse
como institución:
"La reconstrucción es un plan, hacer un estudio de
números, deudas, proyección, diagnóstico sobre los futbolistas y de ahí
planear. A la gente le decís que se va a tratar de competir con lo que se
pueda, con lo que hay".
Sobre los cambios de discursos, opinó:
“Se compite y se pone
todos los domingos un equipo, dependiendo cómo se da el resultado se va viendo
que se hace y que no. Una locura”.
El Rojo tiene sus cosas como club, en las que te hace noble:
"Les guste o no, Independiente es un club hermosamente bravo, te obliga a
la conducta, quedas expuesto. La plata que se fue y el despilfarro de dinero
expone a todos en mayor o menor medida", y amplió sobre cómo se modificó
esto último:
"Es un club que te lleva a una pelea honorable, pasaron cosas
que no creíamos que iban a pasar en éstos últimos 30 años".
Los errores se repiten y siempre la pagan los mismos:
"Terminamos jugando exponiendo a los pibes, y así seguimos repitiendo los
mismos errores con conducciones diferentes".
Pese a que las apuestas pueden salir mal, siempre hay que
mantener un enfoque:
"Hay jugadores que vinieron y rindieron, otros que
aparecieron y no fue lo que se esperaba. En el fútbol apostas, a veces te sale
y a veces no, pero hay que tener una base, sentar base para 10 años".
Sobre los negocios que trae el fútbol, caso Bragarnik,
manifestó:
"El fútbol es del poder, no es nuestro. Para reconstruir
necesitas gente para eso, el circo es el mismo de siempre y los que pelean el
poder de Independiente son gente que ya tienen ese poder".
La institución, poco a poco, fue perdiendo nombre y
prestigio:
"Se perdió algo que antes era clave. Antes Independiente era el
tercero en discordia, ese que la peleaba, que dejaba en semifinales a Boca y
ganábamos la Libertadores, que se jugaba una final dentro de 48 ha y hay que
volver a todo eso", y agregó:
"Se llega a confundir el sentido de
pertenencia con la cifra que podés ganar en ese club".
Pese a no tener el poder que tienen otros, hay que mantener
un proyecto:
"Hoy todo se mueve de otra manera, hay que tener proyección
con o sin resultados. Hoy no hay nada, se terminan pagando las consecuencias en
el campo de juego".
Fuente La Visera
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