El 7 de agosto de 2019 se confirmó que Pablo Hernández
sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda tras
una caída ante Independiente Del Valle. El mediocampista fue operado y a partir
de allí inició una larga etapa de recuperación.
El extenso parate a raíz de la pandemia frenó una
recuperación que evolucionaba muy bien. El tucumano estaba a punto de
integrarse a los trabajos comunes junto a sus compañeros y realizar ejercicios
futbolísticos para encarar la segunda parte del año con normalidad. La
suspensión de la actividad lo limitó a ponerse a punto desde lo físico, pero no
con la pelota.
Para Lucas Pusineri es un jugador importante a recuperar y
más entendiendo que el Rojo no tendrá demasiados refuerzos en el próximo
mercado de pases. Pero hay una realidad y es que a Hernández le llevará varios
meses más reactivarse desde lo deportivo, como a todos los que sufren dicha
lesión.
La comisión directiva se sentará a renegociar el contrato,
ya que es uno de los más elevados del plantel. Incluso los dirigentes tendrán
que cancelar una deuda que el futbolista no incluyó en el reclamo.
En caso de no llegar a un acuerdo por el salario, es posible
que se busque una venta al exterior y así priorizar el balance económico. Al
Tucu se le vence el contrato en junio de 2021 y recibió sondeos desde Chile.
Llegó al Rey de Copas en junio de 2018 por 1 millón de dólares, proveniente
desde Celta de Vigo de España. Jugó 44 encuentros y metió 6 goles.
Fuente Infierno Rojo
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