(Foto: Prensa Independiente)
Por Favio Verona
Contra todos los pronósticos, Lucas Pusineri y los
dirigentes consensuaron retener a Cecilio Domínguez. El técnico cree que es un
jugador recuperable y se tiene fe para ayudarlo a levantar su nivel.
Está convencido Lucas Pusineri. El técnico de Independiente
cree que va a poder lograr lo que nadie pudo hacer en los últimos dos años y
medio: recuperar a Cecilio Domínguez. Contra todos los pronósticos, el entrenador
y los dirigentes consensuaron retener al paraguayo salvo que surja una oferta
irresistible para el club, algo que parece improbable contemplando que sus
rendimientos no han sido buenos en los últimos tiempos.
Domínguez fue la compra más cara de la historia del club.
Llegó a principios de 2019, luego de haber sido pedido con insistencia por
Ariel Holan. El Profesor creyó que iba a marcar la diferencia y el Rojo se
comprometió a pagarle al América 6.500.000 dólares por el pase. Aún resta
abonar un monto muy elevado: 3.500.000 que deberán ser desembolsados ante de
fin de año.
El jugador de 25 años nunca logró trascender la frontera de
la irregularidad. Fueron pocos los partidos en los que su nivel fue el
esperado. Y muchos los encuentros en los que pasó inadvertido. Varios hinchas
perdieron la paciencia y comenzaron a castigarlo con estruendosas silbatinas
desde fines de 2019. En diciembre, cuando Fernando Berón estaba a cargo del
equipo como interino, planteó que le gustaría partir dada la situación
económica del club y del país, pero debió quedarse ya que no llegaron
propuestas por él.
¿A qué se aferra Pusineri para alimentar las esperanzas de
poder llevarlo a levantar su nivel? El técnico le ha visto condiciones.
Considera que si logra que haga lo que por momentos muestra en los
entrenamientos podrá transformarse en una pieza importante para el equipo. Sabe
que el principal problema que ha tenido radica en sus constantes equivocaciones
a la hora de tomar decisiones. Destacan su habilidad y una condición física
que, según cuentan quienes lo entrenan, está por sobre la media, Lo que
advierten es que la finalización de sus maniobras no está a altura del
comienzo. Ilusiona en cada amague y hace levantar a los plateístas de la
butaca, pero genera frustración cada vez que pierde la pelota. En el cuerpo
técnico algunos intuyen que Domínguez podría ser más letal si jugase algunos
metros más adelante, en las proximidades del arco rival, para que se no se vea
obligado a trasladar la pelota. Notan que puede ser más peligroso si su función
consiste en recibir y resolver.
El paraguayo disputó 42 encuentros y convirtió siete goles
en Independiente. Desde la llegada de Pusineri jugó ocho partidos y aún no
metió goles. Su nivel en lo que va del año ha sido bajo. Los dirigentes quieren
sentarse a negociar con él para tratar de acordar una reducción salarial
contemplando que percibe uno de los sueldos más altos del plantel y que el
monto se torna impagable tras la persistente devaluación que sufrió el peso
argentino en los últimos tiempos.
La continuidad de Cecilio también responde a una cuestión
económica: el Rojo no va a rifar su patrimonio. Pusineri intentará hacerlo
relucir. ¿Podrá?
Fuente Olé
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