¿Qué le dijo el Pato al Indio para que sepa llevar al 10 del
Rojo?
En las 100 preguntas de La Nación, Jorge Solari repasó su
etapa en Independiente y contó qué le sugirió el Pato Pastoriza para tener
contento a Ricardo Bochini, el mejor jugador de la institución:
-¿Le costó mucho convencer al hincha de Independiente?
-Tuvimos que acomodarnos. A mí me recomendó [José Omar]
Pastoriza cuando él se fue a Boca. El Pato era muy amigo de Pedro Iso, el
presidente, y le dijo: “traiga al Indio Solari”. El Pato se llevó a [Claudio]
Marangoni y yo traje al Chaucha Bianco, un desconocido, que venía en préstamo
de Racing de Córdoba. No había empezado el campeonato y la gente ya se quejaba
de Bianco. “Esperen que juegue, al menos”, decía yo. Y fue muy importante.
También acerté cuando dije: “El día en que se vaya el peladito del medio, chau,
acá se acaba el paladar negro”.
-¿Le decía “peladito” a Bochini?
-No, que no nos escuche… No le gustaba que le dijeran
“pelado”, tenía complejo. Yo decía: “Se acaba Bochini y se acaba el paladar
negro acá”. Y así fue.
-¿Por qué tuvo problemas con Bochini y casi se fue a Boca?
-No tuve problemas con Bochini. Sí pasó que Pastoriza tenía
otro tipo de relación con él; habían sido compañeros, podían insultarse y no
pasaba nada. El Pato me dijo: “Vos tenelo bien al Bocha. Él tiene sus cositas,
pero es un buen tipo”. Bochini se entrenaba sin problemas pero le costaba
levantarse. Pastoriza tenía al Tuerto Adorno como ayudante, que se le metía en
la casa a Bochini los martes, lo levantaba y lo llevaba. Los lunes teníamos
descanso todos. El tema es que yo no tenía a un Adorno como para hacer eso,
entonces agarré a Giusti y le dije que a los más grandes (él, Bochini y [Hugo]
Villaverde) iba a darles libre el martes, que los liberaba de venir. Que
apoyara esa iniciativa delante del grupo. Lo dije delante de todos: que los de
35 quedaban exceptuados de la primera práctica de la semana, para recuperarse
mejor. Y para que después no quisieran faltar los pibes también, ¿viste?,
porque son rápidos para eso.
-¿El Bocha le agradeció el gesto?
-Sí, pero igual Bochini no me faltó ningún martes. Ya te
digo: a él le gustaba entrenarse; se le complicaba levantarse a la mañana. El
Bocha, además, es mimoso, como todo superdotado, entonces yo quería cuidarlo
más que a nadie, porque era el as de espadas, el 7 de espadas y el 6 de
espadas; con él en la cancha, ganábamos. Su problema, también, es que alrededor
tenía una banda de vagos, entre hermanos y amigos, como suele ocurrir. De la
fama y la plata se prenden todos.
-¿Qué pasó con Luis Islas?
-Islas quería entrar último al campo de juego, detrás del
resto de los jugadores, para que lo aplaudieran más que a Bochini. Pero el que
entraba último era Bochini y no le aflojaba.
-¿Siente que el hincha de Independiente no le reconoció
mucho el campeonato ’88/’89 en ese momento pero sí lo valoró con los años?
-Puede ser, sí. Ahora me llaman periodistas partidarios de
Independiente en los aniversarios, le dan la importancia que tiene, valoran la
dedicación que le metimos. Había una comisión directiva de oro que nos
contagió, y nosotros nos enamoramos del club, le metimos a fierro con todo. Nos
preocupábamos por el equipo, por la cancha, por todo. Y no es fácil ganar un
campeonato, ¿eh?, y sobre todo con rivales importantes, como Boca, River,
Racing y los rosarinos. Pasa que al comienzo el hincha rechazó al cambio: no es
lo mismo Pastoriza, la historia misma del club, que el Indio Solari, al que no
conocía nadie.
Pero bueno, poco a poco fuimos entrando en el club y creo que con el tiempo el hincha lo reconoció como correspondía.
Pero bueno, poco a poco fuimos entrando en el club y creo que con el tiempo el hincha lo reconoció como correspondía.
Fuente Infierno Rojo
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