Por Ramiro Supph
Cristian Domizzi se acercó a nuestros micrófonos y mantuvo
una interesante conversación donde recordó aquel plantel que se consagró
campeón de la Supercopa en el Maracaná y su rol inesperado dentro del equipo.
Para iniciar, comentó un poco su situación actual:
"Había arreglado contrato para dirigir en el fútbol de El Salvador. Pero
sigo esperando que se abran los aeropuertos para poder viajar, ya que están
cerrados por la pandemia."
Al consultarle sobre su llegada al club en el año 1995,
manifestó que en un inicio no estaba decidido en ponerse la del Rey de Copas:
"Me había ido hace tres años a México y cuando me salió la posibilidad de
venir a Independiente no estaba seguro, pero me termine decidiendo y salió todo
redondo. Debuté en la cuarta fecha con River y después de ahí me mantuve como
titular hasta el final. Para mi llegada se hizo un trueque entre Walter Parodi
y yo con el Atlas y pude llegar a préstamo un año".
Independiente venía de obtener un año antes una inolvidable
Supercopa tras vencer en la final a Boca con el gol de Pascualito Rambert en la
Doble Visera. Aquel equipo se caracterizaba por tener grandes individualidades
y muy buen funcionamiento colectivo, dotado de grandes figuras como Diego Cagna
y Gustavito López.
En relación a ello, el pájaro sostuvo que no fue sencillo
reemplazar una camada caracterizada por un gran despliegue futbolístico, que
había sido campeona a nivel local e internacional:
"Sabíamos del peso de
jugar en el reciente campeón de la supercopa. Había cambiado mucho el equipo,
se fueron Islas y Usuriaga y vino Mondragón y Domizzi. Todas las líneas
cambiaron. Además el zurdo López tenía una forma de entrenar muy diferente a la
de Brindisi".
En esa misma línea, describió lo que para él fueron los
sostenes de un equipo que ante todo logró el gran objetivo:
"Teníamos un
gran grupo humano. Éramos muy aguerridos, nunca bajamos los brazos y nos
hacíamos muy fuertes de local. De visitante la peleabamos, fijate que solo
perdimos con Atlético Nacional en Colombia", y agregó:
"Al principio
éramos resistidos, pero con aciertos y errores defendimos la mística de
Independiente y salimos campeones. Nos ayudó tener referentes como Burru y
Clausen que ya habían ganado todo con el club y con la selección nacional y
otras figuras como el Dani Garnero y Rotchen".
Sufrir y pasar. A lo Independiente copero. Eso fue lo que
destacó aquel equipo del 95.
Domizzi expresó sus sensaciones obtenidas hacia el
final de la Supercopa y las inevitables improvisaciones en el once titular:
"Hubo varias lesiones, como Dorta, Arzeno y el avión Ramírez pero nos
sobrepusimos a la adversidad, modificamos algunas cosas y pusimos a
Independiente por delante de todo. La primera semifinal la defensa fue totalmente
diferente a los otros partidos. Terminé jugando de tres con River por que me
decían que era rápido y podía ayudar en la marca. Llegué al club como nueve y
terminé como defensor".
Por último, hizo mención de lo que significó jugar en el
orgullo nacional para su persona y para su carrera profesional:
"Antes de
Independiente era Domizzi y después pase a ser el pájaro. Me empezaron a
reconocer después del campeonato en el Maracaná".
Fuente La Visera

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