En una zona complicada de Brasil respecto a la pandemia, el
delantero contó cómo vive sus días. ¡Enterate!
Ante la llegada de Lucas Pusineri, luego de ser silbado en el
primer partido contra Fortaleza, Martín Benítez decidió irse de Independiente
luego de 8 años.
Apuró el pase al Vasco da Gama y se fue a préstamo por un año
para cambiar de aire y poder regresar renovado. Sin embargo, su suerte no fue
optimista: apenas pudo disputar dos partidos y luego se suspendió el fútbol en
Brasil.
El misionero está en Río de Janeiro, uno de los estados más
afectados por el COVID-19.
Justamente en su club se detectaron 19 casos de
coronarviurs y esto contó:
“Nosotros empezamos a entrenar este lunes y veremos
cuándo arranca el torneo carioca, que es lo primero que se va a jugar. Es
distinto. Llegamos, nos toman el pulso, la fiebre directamente en el auto.
Pasamos por un túnel que nos desinfecta y de ahí al campo”.
“Estamos distanciados de cada compañero. Todos llevamos la
ropa a nuestras casas sin bañarnos ni cambiarnos en el vestuario”, continuó en
diálogo con TyC Sports.
Respecto al retorno de la actividad deportiva, Benítez
admitió:
“Me da un poco de temor porque uno nunca lo vivió, pero como
trabajador, obedece. Lo que nos da tranquilidad es que el Vasco está haciendo
las cosas muy bien. Los compañeros contagiados están aislados”.
Para cerrar, el jugador del Rojo aseguró estar cómodo en
Brasil:
“Los hinchas de Vasco son muy parecidos a los argentinos. Me siento
como en Independiente”.
Fuente Infierno Rojo


No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.