La práctica. Pablo Pérez en primer plano. Los futbolistas se
entrenaron con normalidad en el predio del club.
Por Nahuel Lanzillotta
El club recurrió a un crédito bancario y se comprometió a
pagar el resto antes de las vacaciones.
No hubo paro a Hugo Moyano. Como anticipó Clarín ayer, la
sangre no llegó al río más allá del ultimátum que el plantel de Independiente
le había dado a la dirigencia por los sueldos atrasados.
La chance de no entrenarse
era real porque el malestar era grande entre los futbolistas, que vienen
hablando con los dirigentes por esta situación hace tiempo.
Pero apareció parte
de la plata y todo retomó su transcurso habitual.
No entrenarse a tres días del último partido de un año duro
hubiera significado un verdadero escándalo en el club de Avellaneda.
Y nadie
quería eso.
El clima por los flojos resultados deportivos no es nada bueno y
cualquier chispazo encenderá la mecha de una bomba que puede explotar en el
Libertadores de América.
Desde el plantel presionaron. Hablaron con Agremiados y con
Fernando Berón, el técnico interino, el lunes para explicarle la situación.
El
dinero no aparecía y la paciencia se agotaba. El atraso abarcaba los meses de
octubre y noviembre. Si bien el viernes habían percibido una parte, no todos
cobraron por igual. Entonces se buscó apurar a la Comisión Directiva comandada
por Hugo Moyano, un hombre que sabe de reclamos salariales.
Vaya paradoja hubiera significado sufrir en carne propia en
su Independiente una medida semejante a las que suele implementar con la
conducción del gremio de Camioneros.
Sin embargo, todo se desactivó con el
correr de las últimas horas del lunes y las primeras del martes. Según averiguó
este diario, la dirigencia solicitó un crédito para poder cubrir gran parte de
los adeudado al equipo.
“Está resuelto”, confirmaron desde Agremiados, que mantuvo
contactos con ambas partes. También desde la CD aseguraron que se había
solucionado el conflicto. Por eso, los jugadores se movieron normalmente
durante la tarde en Villa Domínico pensando en el duelo del viernes ante
Newell’s en Avellaneda, pendiente de la segunda fecha del campeonato.
Asimismo,
se hizo la presentación en la Superliga para no recibir una posible sanción por
el incumplimiento. Además, hay compromiso de saldar lo restante en lo inmediato
para que puedan irse de vacaciones al día.
En la práctica hubo un clima más distendido. El objetivo es
ganar para terminar el año no tan lejos de la cima de la tabla. Si gana quedará
a seis del líder Argentinos. Y aún debe el clásico con River, a jugarse el 19
de enero. Es decir que si logra imponerse en ambos compromisos quedará a sólo
tres unidades de la cima.
Nada mal. En el medio habrá que ver qué ocurre con la
continuidad de Berón al frente del equipo.
Fuente Clarín

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.