Independiente cayó en Colombia ante Águilas Doradas Rionegro
jugando feo. Dejó la serie abierta, pero muchísima tela para cortar, y en
InfiernoRojo analizamos las claves que llevaron al 3 a 2 final.
Equipo lento y diezmado: Ya sea porque la elección de los
futbolistas no fue la adecuada, o porque los propios futbolistas no
respondieron- eso queda para otro análisis- lo cierto es que Independiente
parecía un equipo que jugó a ritmo de entrenamiento. Clave para igualar la
superioridad que, a priori, existe entre los nombres y los planteles.
El gol justo: La apertura del marcador para el Rojo llegó
cuando, siendo justos, Independiente no había hecho absolutamente nada para
justificarla. Un pase milimétrico de Martín Benítez y definición excelsa de
Cecilio Domínguez para demostrar que calidad de futbolistas no falta.
Fundamental el gol, porque Independiente estaba perdidísimo.
El otro gol justo: Ni se habían acomodado los jugadores del
Rojo que llegó el empate del local. Clave, porque con la ventaja el Rey de
Copas podría haber tirado toda la responsabilidad a su rival y jugar con eso.
Quedó todo ahogado.
Desconcierto total: El equipo de Ariel Holan quedó
golpeadísimo con la igualdad. Tan es así que se comió dos más. Las formas de
los goles quedarán para analizarlas en otro momento. Otra de las claves, porque
en todo caso, con el empate cerrado se acomodaba y hasta incluso podía volver a
ponerse en ventaja otra vez.
Descuento y reacción: Tuvo que meter un gol Independiente y
quedar con uno más para mostrar la total superioridad de un equipo a otro. En
los últimos veinte minutos se vio otro equipo, mucho más ofensivo y rebelde,
que pudo empatar el partido si no fuera por falta de puntería. Clave para que,
dentro de lo malo, la serie haya quedado abierta.
Fuente Infierno Rojo
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