Los 25 peores refuerzos de Independiente en los últimos años
El equipo de Avellaneda apostó por jugadores que llegaban
como promesas y fracasaron rotundamente. Quiénes fueron los que más
decepcionaron
Algunos nombres que arribaron al Rojo con la misión de
convertirse en figuras y se ahogaron en las contaminadas aguas del Riachuelo.
Darío Sala
Antes de dedicarse al fútbol fue paseador de perros. Como si
se tratara de una premonición, el arquero del Rojo que también pasó por River,
tuvo un breve paso por Avellaneda en 2002. Encontró su lugar en el mundo en Dallas,
donde se retiró y llegó a la Selección como traductor del Tata Martino en una
gira que la Albiceleste hizo por Estados Unidos en 2015. También se destacó
vendiendo churros y choripanes en Córdoba.
Freddy Grisales
"Cuando me fui de Independiente me quedó un sinsabor
amargo", dijo Totono cuando se fue del Rojo en 2008, luego de presentarse
en 13 partidos y no lograr convertir ni siquiera un gol. Su análisis no permite
ninguna aclaración.
Juan Caicedo
Para el Torneo Final del 2013 Independiente presentó al
delantero como la máxima figura internacional. Sólo había que analizar su
apodo: "Sorongo". Al término de ese certamen el Rojo no pudo esquivar
al Fantasma de la B y su destino fue el del Nacional. No se le podía exigir
mucho a un hombre que tenía una pierna más larga que la otra.
Marco Pérez
El colombiano se ganó el apodo de la Pantera en Gimnasia. Su
velocidad entusiasmó a los dirigentes de Independiente. Sin embargo, los
cráneos del Rojo sólo debían observar la presentación que había tenido el
delantero cuando se fue del Lobo al Zaragoza. Esa caída hubiera evitado el
fiasco de la pobre cosecha de 3 goles en 16 partidos con la camiseta del
Diablo.
Luis Guadalupe
Nunca nadie entendió muy bien el paso del peruano por
Independiente. Llegó por recomendación de César Luis Menotti en 1999 y los
argumentos del Flaco se basaban en la búsqueda de un grandote con calidad.
Incluso algunos periodistas partidarios insistían en que podía jugar de
enganche. Con su metro 98 sólo disputó 3 partidos y en todos fue de central.
Todavía los más memoriosos festejan su gol contra el Corinthians por la Copa
Mercosur. Su paso fugaz fue el envión para que traslade su polifuncionalidad a
Grecia y Bélgica.
Luciano Leguizamón
El delantero quería ganar algún título con Independiente.
Sus alegrías en Arsenal de Sarandí representaban una motivación especial, dado
que su ilusión estaba en repetir sus hazañas en un grande. Sin embargo, su pésimo
estado físico lo alejó de las redes: anotó 1 gol en sus 19 partidos. Insultado
por los hinchas, se fue por la puerta de atrás del Libertadores de América.
Como el club tenía una deuda con él, cumplió su objetivo y se quedó con las
copas (aunque fue a través de un embargo a la institución).
Matías Defederico
Fue una de las figuras del Huracán de Cappa. En el Globo era
una atacante punzante, atrevido y goleador, pero cuando llegó a Independiente
se preocupó más por su exposición mediática y sus conflictos familiares. Anotó
3 goles en 31 partidos y se fue insultado y amenazado por los hinchas. Su
exótica carrera continuó por Emiratos Árabes Unidos, Mataderos, Turquía,
Ecuador, Arabia Saudita y Grecia.
Orlando Maturana
El recuerdo del Palomo Usuriaga hizo que Independiente
busque a un delantero colombiano de características similares. Tal vez por
tener el mismo apellido que el mítico entrenador cafetero, la dirigencia apostó
por él. El paso del Pony por Avellaneda fue impresentable, pero no se perdió el
póster del campeón de la Supercopa en 1995. Una situación similar a la que
vivió en 2001 en la Libertadores con Olimpia de Paraguay.
Sebastián Rozental
El chileno llegó como figura de la U Católica para ponerse
la 10 que alguna vez usó Bochini. Los hinchas lo recuerdan por su exceso de
peso y su larga cabellera. No llegó a jugar 10 partidos en el 2000 y cruzó la
Cordillera para sumarse al Colo Colo. Su mejor gambeta fue eludir la crisis que
sufrió Argentina al año siguiente.
José Moreno
Otro colombiano que llegó al Rojo con la misión de convertirse
en goleador. Tan atrevido que no se presentó a entrenar durante una semana y la
dirigencia lo intimó para que vuelva al club. En 19 presentaciones convirtió 4
tantos y se fue para Rumania. El único recuerdo que tiene en Independiente es
su foto de portada en Wikipedia.
Ángel Puertas
El defensor que surgió en San Lorenzo llegó a Independiente
en el ocaso de su carrera. Fue otro de los refuerzos fracasados que embargó al
club cuando se retiró sin pena ni gloria. Dos años más tarde de su paso por
Avellaneda se retiró en Platense.
Sergio Manoel
El brasileño se sumó a las filas del Rojo en 2004. Volante
creativo dijo que venía para ponerse la 10 que alguna vez usó Ricardo Bochini.
Cuando le consultaron si conocía al Bocha, aseguró que no sabía quién era.
Después de aquella respuesta duró 4 partidos en Avellaneda y voló hacia la
segunda división de su país.
Fuente Extracto de nota publicada en Infobae












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