Por Carlos Perez
Independiente se movió rápido en el mercado de pases de cara
a uno de los semestres más competitivos de los últimos años.
Las llegadas de los refuerzos en tiempo y forma no
garantizan títulos, pero achican márgenes. El Rojo consiguió en el inicio de la
pretemporada a Carlos Benavidez, Guillermo Burdisso y Francisco Silva. Este
jueves, arrancará Pablo Hernández y quizás, el fin de semana haya novedades por
el quinto que hoy estaría entre el paraguayo Richard Sánchez -Olimpia de
Paraguay- y Christian Cueva -San Pablo de Brasil-.
Durante muchos años nos quejamos de esto. Quizás antes había
excusas de que no había dinero y que se tenía que realizar alguna “ingeniería”
para contratar jugadores. La realidad es que en enero pasó lo de siempre: para
el partido ante Rosario Central no jugó ningún refuerzo y recién días después
se confirmaron las transferencias de Fernando Gaibor, Silvio Romero y Gonzalo
Verón.
Independiente afrontará tres competiciones en este semestre
más la Suruga Bank en Japón y, ojalá, el Mundial de clubes en Dubai. Es
fundamental que los jugadores lleguen en tiempo y forma para que se conozcan
con sus compañeros, se adapten el fútbol argentino los que vienen del exterior
y principalmente para que entiendan que es lo que quiere el entrenador de
ellos. Algo que no sucede cuando los jugadores llegan a los tumbos como en
otros mercados ¿Entienden la diferencia?
Fuente Orgullo Rojo

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