En Córdoba espera mientras hace fuerzas para no desesperar.
Emiliano Rigoni no se entrena en Independiente. No lo hizo en toda esta semana
y tampoco lo hará hoy ni el fin de semana.
Tiene permiso, claro, del cuerpo
técnico y de la dirigencia del club de Avellaneda para faltar. El volante pidió
una licencia mientras se define su venta al Zenit de Rusia. Pero, todo tiene un
límite. Si la negociación con los rusos no se destraba, Rigoni deberá dar el
presente en la práctica del lunes para retomar los trabajos de pretemporada a
la par de sus compañeros que vienen con un ritmo feroz con entrenamientos en
doble turno en Villa Domínico.
Juan Cruz Oller, representante del cordobés, está en San
Petersburgo desde el jueves 3. Viajó exclusivamente para cerrar la operación
cara a cara con los dirigentes del conjunto ruso que tiene una obsesión con los
jugadores argentinos: ya adquirió a Sebastián Driussi, Emanuel Mammana, Matías
Kranevitter y Leandro Paredes.
Independiente pretende quedarse con 7 millones
de euros limpios, mientras que a Belgrano -dueño del 50 por ciento de los
derechos económicos entraría la mitad de la claúsula de rescisión casi 3
millones de euros.
El problema son los avales para garantizar los pagos de la
compra por parte del Zenit.
A Independiente no le convencen. Si se arregla esta
cuestión, Rigoni se irá.
¿Habrá novedades antes del lunes?
Mientras tanto, la dirigencia avanzará por estas horas por
el delantero que quiere Holan: Raúl Bobadilla. Desde Avellaneda tienen planeado
enviar un ofrecimiento formal al Augsburgo de Alemania para intentar comprar su
pase.
Fuente Clarín
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