Independiente celebra ante Huracán. Foto Marcelo Carroll
Por Andres Morando
¿Cómo no ilusionarse? Enorme debut del Rojo en la Superliga.
Así de simple. Así de contundente. Y uno se pregunta: ¿cómo es posible que haya
tantos Diablos escépticos, descreídos, que siguen mirando de reojo a este
equipo?
Es hora de que nos unamos y procuremos un respaldo total.
¿Por qué? Por
empezar, este Independiente es respetuoso de su linaje: ataca, va al frente, se
asocia y juega. No negocia, no especula. Y la pierna siempre se pone fuerte y
templada. Abunda el sacrificio. ¿Qué a veces padece una mala noche como en
Tucumán? Sí, es cierto. Pero ya dio sobradas pruebas de carácter. Ayer, por
ejemplo. Tras una distracción por la que pagó un precio muy alto (Wanchope es
letal), prosiguió incansable su camino de búsqueda y careció de la puntada
final -quizás su mayor déficit- hasta que entró el primero... Después, casi un
deleite.
Se acorraló a un rival hasta perforarlo. Y superó con creces una prueba
que bien pudo servir de ensayo para la revancha contra Atlético por la
Sudamericana (adversario que saldrá a jugar como Huracán en Avellaneda). El
alma es la idea. Y la esencia puede sufrir variantes de nombres, pero se
mantiene irrestricta. Así, en una formación inédita, se estrenaron Nicolás
Domingo, una gratísima presentación que no pareció tal, porque dio la impresión
de que estaba jugando su partido 45 en el club, y Jonás Gutiérrez, en quien
pudimos apreciar un manejo dúctil y una parla típica de DT dentro de la cancha.
Pero hubo otras excelentes noticias: si juega como anoche, Martín Benítez ya no
debe ser suplente; otra vez surgió el Meza Maxi; Fernández -con hambre y
cojones- pretende relegar a Gigliotti y lo que jugó el lateral derecho.. .
¡Mamita! Fabricio es cada vez más jugadorazo. Amigos Diablos: aún en una velada
en la que Barquito no brilló, fuimos un señor equipo.
Es hora de creer.
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.