Independiente se trajo la clasificación de Chile con un
resultado para nada anecdótico: ganó y dio vuelta un partido que, a priori,
parecía muy complicado. Como es habitual, analizamos las claves que llevaron al
Rojo a obtener la victoria.
Mantuvo la compostura: Sin duda fue algo fundamental.
Independiente arrancó desorientado y rápidamente quedó en desventaja. Parecía
que la noche en Chile iba a ser muy tediosa, pero el equipo mantuvo la
compostura, recuperó el orden y no dejó que el rival crezca. Clave.
Pegó en el momento justo: No sólo neutralizó los avances del
rival sino que además, con algunas limitaciones, empezó a generarle situaciones
de gol. Y justo cuando más lo necesitaba, llegó el empate y la bocanada de aire
fresco. Muy importante.
Bien el mediocampo: Ariel Holan parece haber encontrado una
dupla en el medio que funciona. Sin brillar, Nery Domínguez y Diego Rodríguez
han controlado un mediocampo que, con la altura y la desventaja en el marcador,
quemaba y mucho. En la marca bien, y en la salida, también. Aprobadísimo.
Figuras que se reemplazan: Estamos acostumbrados a que los
jugadores que puedan desequilibrar en Independiente sean los de tres cuartos en
adelante. Ayer no fue así, ya que Ezequiel Barco y Emiliano Rigoni no fueron
determinantes. Sin embargo, apareció una característica importante: aparecieron
otros que, con funciones diferentes, fueron trascendentales para lograr el
triunfo. Bien Maximiliano Meza y bien Nery Domínguez.
Falta de contundencia: Independiente ganó y está muy bien.
Pero nobleza obliga: se siguen desperdiciando situaciones insólitas, y se
siguen diluyendo jugadas muy claras que pueden terminar en gol. Si se hubiera
convertido, el resultado podría haber sido mayor. No es un reclamo, es una
observación.
Fuente Infierno Rojo
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