En diálogo con Infobae, el defensor revivió los pasos más
importantes de su carrera. El largo camino desde las categorías juveniles, el
debut en Primera, la Selección y sus sueños
Por Martín Luciano Insaurralde
Desde que uno es chico y le enseñan a patear una pelota es
inevitable responder "jugador de fútbol" cuando alguien pregunta qué
quiere ser de grande. Con el correr de los años, la mayoría revive esa utopía
infantil desde el sillón, o en el mejor de los casos, desde una tribuna. Sin
embargo, hay quienes sí persiguen ese objetivo y lo transforman en un deseo más
ambicioso: jugar un Mundial con la Selección.
La historia de Nicolás Tagliafico tiene mucho de esa
ambición colectiva, con algunos detalles que explican su presente. En su caso,
aquel primer anhelo comenzó a cumplirse luego de recibir un golpe en la cabeza
que lo dejó inconsciente. Un comienzo raro. Inimaginable, al igual que toda su
carrera, esa con la que soñaba por las noches cuando era un nene y defendía los
colores del Club Atlético Social Villa Calzada. Aquella pérdida de memoria,
fruto de un cabezazo de un contrario, se produjo en 2007 en un partido entre la
séptima de Banfield y la de Rosario Central. "Me habían avisado que
habrían personas de la Selección siguiéndome. De ese partido no me acuerdo
mucho pero me dijeron que jugué bien. Por el golpe pasé la noche en una clínica
de Rosario y ahí me informaron que iba a ser citado a la Sub 15″, revive Nico
con una sonrisa en la cara.
Tagliafico en el Mundial Sub 20 de Colombia
Ese llamado del seleccionado dirigido por Jorge Theiler no
sólo le abrió el camino para cumplir su sueño de vestir la celeste y blanca,
sino que le dio inicio a su etapa como profesional: con 14 años, Banfield le
ofreció su primer contrato. "La primera vez que fui al predio de Ezeiza
sentí que todo era perfecto: las canchas, el pasto, el vestuario. No lo podía
creer, sentía una emoción muy grande", rememora el actual capitán de
Independiente.
Su continua dedicación lo llevó a formar parte del combinado
Sub 17 de José Luis Brown. Allí disputó un Sudamericano, un Mundial y hasta se
dio el gusto de vestir la cinta de capitán en un encuentro ante Honduras.
"Era increíble, con 16 años hicimos viajes y giras por todo el mundo
representando a la Selección", comenta el defensor con mucha emoción, como
si no hubiese pasado el tiempo.
En el partido frente a Portugal por los cuartos de final
A comienzos del 2011, su actuación en el Sudamericano Sub 20
de Perú fue recompensada con el debut en Primera con el Taladro. El 12 de
agosto de aquel año, vestiría por última vez el uniforme del combinado juvenil
tras ser eliminado en cuartos de final del Mundial de Colombia. Aquel duelo
ante Portugal le dejaría un sabor amargo. "Teníamos un plantel tremendo:
(Germán) Pezzella, (Erik) Lamela, (Juan Manuel) Iturbe, (Facundo) Chucky
Ferreyra. Eran muy buenos jugadores. Tuvimos las chances de ganarlo pero no
pudimos. Después me tocó errar el penal por el que quedamos afuera, fue una
lástima", cuenta con un poco de remordimiento.
Con los colores de Argentina impregnados desde chico y
prometiéndose que iba a volver, Tagliafico fue creciendo y aprendiendo de los
técnicos que lo marcaron en su profesión. Ricardo La Volpe, Matías Almeyda,
Jorge Almirón, Gabriel Milito y, actualmente, Ariel Holan son algunos de los
que enriquecieron la trayectoria del joven de 24 años. Todos exponentes del
buen juego, con la posición y el ataque como puntos de identificación. "Me
di cuenta que con entrar a la cancha y patear la pelota no alcanza. Uno tiene
que entender por qué le indican tal cosa, qué es lo que pretende el DT y cómo
funciona el sistema", explica aquel que no solo fortaleció su lado
futbolístico sino también su intelecto.
Defendiendo la camiseta de Independiente (Getty)
Tagliafico conoce la importancia del estudio, comprendió que
el aprendizaje de la teoría potencia sus cualidades dentro del campo. Es por
eso que no solo mira partidos, sino que los analiza. Amante de la Bundesliga y
admirador del alemán Phillip Lahm, se anima a definir su juego como lateral
pese a que últimamente se desempeña como zaguero central: "El que me
conoce sabe que doy todo, me entrego al máximo por cada pelota y el coraje es
una de las cosas que más se me valora. Sé que lo principal en mi función es
defender pero también me gusta ser salida y pasar al ataque. Tengo la libertad
y la resistencia para hacerlo. Me gusta saber dónde está el espacio, si por
fuera para tirar el centro o por dentro para terminar la jugada".
Ante la llegada de Edgardo Bauza al mando del equipo
nacional y con el exigido recambio de jugadores, el defensa del Rojo fue
señalado como una de las caras nuevas que debía tener su oportunidad. Pero el
ex técnico de San Lorenzo justificó su altura y porte físico como razones para
no integrar el plantel albiceleste. "No hace falta medir 1,80 para
defender. Conozco mis condiciones, puedo contrarrestar mi estatura con
velocidad e inteligencia", respondió en ese entonces.
Gritando un gol junto a sus compañeros de la Sub 20
"Yo quería estar, sabía que tenía que seguir
perfeccionándome pero que algún día me iban a llamar. Tengo la suerte de que en
mi puesto no hay muchos jugadores, por eso me ilusionaba", afirma ahora a
Infobae.
Semanas más tarde, Jorge Sampaoli firmó como nuevo
entrenador e hizo pública la lista de convocados que formarían parte de la gira
por Australia y Asia. Uno de los nombres que figuraba era el de aquel muchacho
nacido en Rafael Calzada en 1992. Esta vez, sí estaba el nombre de Nicolás
Tagliafico.
En su debut en Sidney, ingresó a los 52 minutos por José
Luis Gómez
"Me enteré por los medios que podía formar parte pero
no me quise confiar hasta que sea oficial. Me llamaron desde la AFA para
confirmar mi convocatoria. Se lo conté a mi novia, a mi familia y a mi mejor
amigo pero les pedí que no digan nada porque todavía no había salido la
lista", revela el ex Banfield.
Así fue como, luego de 2126 días, Tagliafico volvió a vestir
la camiseta que tantas veces había defendido en su período como juvenil. El 9
de junio pasado, a los 52 minutos del encuentro disputado en la ciudad de
Sidney, aquel pibe de 1,72 metros hizo su debut con la Selección Mayor nada
menos que frente a Brasil. "Lo difícil no es llegar sino mantenerse. Se
que tengo que trabajar muy duro para seguir demostrando que merezco estar
ahí", advierte.
Su único partido con la camiseta de la Selección Mayor,
frente a Brasil en Australia
De los 21 jugadores que integraron el plantel de la Sub 15
en 2007 únicamente Tagliafico llegó a la Mayor. Lo mismo ocurrió con los
citados al Mundial Sub 17 dos años más tarde. Mientras que, entre los que
compartieron el combinado Sub 20, solo Erik Lamela y Juan Manuel Iturbe (con
Paraguay) tuvieron el mismo privilegio.
Si bien Nico acaba de dar su primer paso dentro del
seleccionado, él mantiene firme su meta. "No tuve la chance de estar en la
Sub 23 y me dolió. Hace unos años me puse como objetivo ser llamado y disputar
el Mundial del 2018″, revela. A menos de un año para el inicio de la Copa del
Mundo de Rusia, Tagliafico cuenta con la posibilidad de cumplir aquella fantasía
con la que todo niño sueña pero que pocos la hacen realidad.
Fuente Play Fútbol
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