Facundo Parra le dio el triunfo a Independiente en Córdoba.
Parra, que la volvió a meter, ya está para volver a ser
titular. ¿Y si el DT le pone al lado a Pisano y Pizzini?
En Independiente, este Independiente que suda la gota gorda
en la B Nacional, Facundo Parra es Ibrahimovic.
No tiene rodete, claro, pero sí
algo muy valioso: la posibilidad del gol. Y muchas veces esas posibilidades se
concretan, como sucedió en San Francisco ante Sportivo Belgrano, un partido en
el que no faltaron las situaciones propias de un cuento, como cuando una de las
tribunas se desalojó porque había una invasión de abejas...
“Poco a poco se va viendo un equipo cada vez más
consolidado”, dice Parra, que hizo el 1-0, tan importante, y se llevó de
recuerdo la camiseta de Juan Manuel Aróstegui, con quien compartió equipo en
Chacarita. “Y tenemos que ser candidatos”, agrega, consciente del rol que le
corresponde al equipo de Avellaneda en esta BN.
Parra ya no le dedica los goles a su perro Max pero sigue
igual de efectivo: es, con tres tantos, el segundo máximo goleador de
Independiente detrás del Rolfi Montenegro, que suma seis. Y con varios minutos
menos jugados, claro.
“El gol se lo dediqué a los jugadores que habían salido”,
sigue Facundo, el delantero que se terminó llevando los flashes pero que no
pretende generar grietas. Parra se refería a Menéndez, Pisano y Mancuello.
“Tuve la suerte de convertir pero había sido una muy linda jugada, en la que
también participaron Montenegro y Pizzini”.
Acá habría que hacer un párrafo aparte. Tal vez, en esos
últimos minutos ante Sportivo Belgrano, el Combatiente De Felippe pudo haber
encontrado el equipo. Si hasta ahora alternó a Mancuello y Trejo por la banda
izquierda con escaso resultado, ¿no sería más productivo que por ese sector
incluyera desde el arranque a Pizzini? Imaginemos esta línea media: Zapata,
Vidal y Montenegro. Y esta delantera: Pisano, Parra y Pizzini.
La triple P.
¿Sería gloriosa?
Mientras De Felippe lo piensa, volvamos a Parra. El 9, que en
San Francisco jugó con la 17 y materializó la intuición del Ruso Rodríguez, que
en la previa le había dicho que con ese número iba a hacer un gol, es, por lo
que se ve, determinante. Con él, y con sus dos goles, Independiente revirtió el
partido ante Sarmiento: 2-1. Luego, en el último partido que jugó como titular,
el Rojo consiguió un valioso 2-2 ante Talleres en Córdoba.
Pero la interna de
la barra obligó a suspender el cruce con Unión y Parra ya no volvió a jugar de
entrada. Sufrió una contractura en un gemelo en la práctica del día posterior a
aquel partido suspendido y quedó afuera de los partidos con Almirante (0-1) y
Crucero del Norte (2-1 con gran esfuerzo).
Y volvió unos minutos frente a Unión
(1-1 insulso).
“De la contractura me siento mucho mejor. Creo que estoy para
jugar los 90”, concluyó.
Para De Felippe, eso es una gran noticia.
Fuente Ólé
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