Por Martín Rubino
Desde su llegada, el Apache potenció el rendimiento de
ciertos futbolistas que eran mirados de reojo por su flojo desempeño.
La llegada de Carlos Tevez a Independiente generó un
importante cambio. Es que además de haber traído resultados positivos y una
mejoría notable en el funcionamiento del equipo, en base a actitud e
intensidad, también ayudó a que ciertos futbolistas que eran mirados de reojo y
cuestionados por su flojo desempeño puedan comenzar a dar vuelta la balanza.
De los cuatro encuentros que dirigió el Apache, ganó tres
por la Copa de la Liga y perdió el restante por Copa Argentina, donde en
realidad fue empate en los 90 minutos y se despidió de la competencia por estar
muy errático en los penales.
Una clave de este buen andar puede explicarse en que
Carlitos apostó por cuatro jugadores que no pasaban por un buen momento y, poco
a poco, elevaron su nivel dentro de la cancha.
El primer caso es el de Iván Marcone. El capitán del Rojo no
venia teniendo buenos partidos y, en el último encuentro del ciclo de Ricardo
Zielinski ante Colón, salió reemplazado entre silbidos por los hinchas en el
Libertadores de América. Tevez decidió jugársela por el y ante Huracán, el
pasado jueves, fue la gran figura de la cancha.
Damián Pérez, quien no jugaba desde 24 de abril en la
derrota por 2 a 0 ante River, fue una fuerte apuesta del entrenador. El ex
arsenal es una fija en el equipo, ya sea de lateral, de carrilero o de volante,
y sus rendimientos vienen proporcionando mucha seguridad y equilibrio en el
equipo.
Quizás el caso más emblemático es el de Joaquín Laso, quien
tenía el repudio total de los hinchas y cada vez que jugaba lo hacia con un
rendimiento que dejaba mucho que desear. En el debut del Apache ante Vélez, la
inclusión del marcador central sorprendió, y mucho, pero con el correr de los
partidos se ha ido afianzando y comenzado a justificar su titularidad.
Por último, Matías Giménez también integra esta lista de
futbolistas potenciados por Tevez. El delantero había comenzado jugando mucho
con Zielinski, pero había terminado siendo desplazado al banco de suplentes.
Desde su llegada, a principios de año, se le notaban condiciones, pero no las
podía hacer pesar. Desde que llegó Tevez, marcó tres goles y empezó a pesar más
en el juego. Si bien es cierto que erró un penal por patear de manera muy
displicente ante Estudiantes, es joven y tiene mucho para aprender y aportar.
A las claras está que el arranque de Tevez es muy alentador:
alejó al equipo del fondo de la tabla, mejoró el funcionamiento del equipo y
potenció futbolistas que parecían estar encasillados en una situación casi
irreversible con la gente. Ahora, el desafío del Apache será mantener este
entusiasta inicio en el tiempo y que Independiente pueda ilusionarse con pelear
por cosas serias.
Fuente Infierno Rojo
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