Por Christian Ginko
Un día como hoy pero de 1984, Independiente derrotaba a
Liverpool en Tokio y ganaba su segunda Intercontinental.
No alcanzan los adjetivos para dimensionar la grandeza de
Independiente, que no solo es uno de los más laureados del mundo, sino también
el máximo campeón continental en Sudamérica. Las siete Libertadores así lo
demuestran, con Boca en segundo lugar. Pero decir solo esto es simplificar la
grandeza del Rey de Copas.
El 9 de diciembre de 1984, el Rojo se enfrentó con
Liverpool, en Tokio. Aquella tarde nipona fue durísima, con un rival inglés
bien plantado que propuso una intensa batalla. Sin embargo, el Diablo ya era
siete veces campeón de la Libertadores, ya era el más grande, el Rey de Copas,
y le demostró al elenco inglés quién es. Con un gol de José Percudani tras un
pase magistral de Claudio Marangoni, lo derrotó 1-0 y alzó su segunda
Intercontinental.
Aquel encuentro quedó signado por dos detalles que no
pasaron desapercibidos: El primero de ellos, que fue el primer duelo entre dos
argentinos luego de la Guerra de Malvinas, y el segundo que Independiente se
convirtió en el primer argentino en salir campeón en Japón. Porque el Rojo es
sinónimo de buen fútbol, de gloria, y por sobre todas las cosas, de grandeza.
¡Salud Rey de Copas!
Fuente Infierno Rojo
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