Por Denis Fabricatore
Emiliano Martínez fue el gran héroe de la Selección Argentina en la conquista de la Copa del mundo. Se lució atajando una pelota increíble sobre la hora y tapando un penal en la definición.
Por muchos años se va a hablar de la final infartante que protagonizaron
Argentina y Francia en el Mundial de Qatar. Y no hay dudas de que en cada
charla, en cada anécdota, en cada recuerdo de los argentinos, va a estar el
Dibu. Ese que surgió en Independiente y que es uno de los grandes responsables
de que la Selección haya conseguido la tercera estrella.
En un vibrante empate 3-3, el partido estaba a punto de
terminar y se venían los penales, pero el corazón Argentino se iba a paralizar
una vez más. En el minuto 123, Randal Kolo Muani quedó mano a mano con Martínez
para definir el título, sacó un fuerte derechazo a quemarropa y el Dibu, a puro
reflejo, le ahogó el grito sagrado. Increíble. Imposible. Pero real. La atajada
más importante de todos los tiempos.
Como si fuera poco, al exarquero del Rojo le quedaba una
bala más para la definición por penales. Después de los goles de Kylian Mbappé
y Lionel Messi, Dibu le atajó el remate a Kingsley Coman y desató la locura en
la hinchada Argentina. El resto es historia. Francia erró uno más, Argentina
acertó todos los penales y la Copa fue de la Scaloneta.
De la misma manera que Daniel Bertoni en 1978 y Jorge
Burruchaga en 1986, ahora fue Martínez el ex Independiente que fue clave para
ser campeón mundial. Él mismo recordó sus comienzos en el Rojo poco después de
levantar la Copa del Mundo. Bravo, Dibu. Felicitaciones. Gracias por toda la
eternidad.
Fuente LxR
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