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Porque caminaba al borde de la doble amonestación y expulsión,
Eduardo Domínguez sacó a Batallini, quién se fue pateando todo y tirando la
camiseta al piso…
Primero fue fuerte contra el lateral derecho de Racing,
Mura. Fue amonestado. En la jugada siguiente, infantilmente, Damián Batallini
obstruyó el juego de Gabriel Hauche y Rapallini le perdonó la vida. Pudo haber
sido expulsado.
Ya que jugaba al filo de poder dejar a Independiente con 10,
Domínguez decidió poner a Leandro Fernández y sacarlo. Cuando salió, Batallini
se fue insultando al aire, no saludando, pateando lo que se le cruzaba.
No solo ello, sino que también se sacó la camiseta de
Independiente y la tiró al piso. Golpeándola una vez más estando en el suelo.
Hay valores que, más allá del enojo que haya, no tienen justificativo y se
tienen que respetar.
El más importante: la camiseta de Independiente.
Fuente Infierno Rojo
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