Por Luca Briones
En el plano futbolístico, no solo jugadores, sino que
también la triste dirigencia, Rolfi Montenegro y Eduardo Domínguez tendrán que
hacer “autocrítica” plena de sus rendimientos en este primer semestre.
Fue un baño de realidad. Independiente quedó eliminado de la
Copa Sudamericana 2022, de forma lamentable. De un grupo que clasificaba
primero, lo compartía con General Caballero, Deportivo La Guaira y Ceará. Sí,
se bajó la vara y aún así, quedó eliminado. De esta manera, de cara al segundo
semestre, solo quedará la liga local y Copa Argentina. En este marco
futbolístico, además de la dirigencia, que es horripilante, tanto Rolfi
Montenegro y Eduardo Dominguez, deberían hacer la famosa “autocrítica”, de sus
rendimientos en sus respectivos cargos.
Jugadores que llegaron como refuerzos y terminaron siendo
menos de los que se fueron. Alex Vigo por Fabricio Bustos; Leandro Benegas por
Silvio Romero; Damián Batallini por Alan Velasco. Devaluación pura. Está claro
que Montenegro, como asesor deportivo, deberá reveer su accionar. Más con lo
que representa en gastos para el club. Independiente tiene que traer jerarquía
y jugadores que le sumen, no que resten. El traer lo que se pueda tampoco
sirve. Tiene que haber un proyecto, más allá de que parece ser bastante difícil,
teniendo en cuenta los tipos que están en la cúpula dirigencial.
Valga la redundancia, tampoco consiguió resultados. Y esto
le compete a Eduardo Domínguez. Ya van 143 días desde que asumió como DT del
Rojo. De los 20 partidos oficiales que dirigió en este primer semestre,
Independiente solo ganó 7, empató otros 7 y perdió 6. Además, en la Copa de la
Liga quedó eliminado en primera fase, quedando en el décimo lugar de 14
equipos. También, se fue en primera en la Sudamericana 2022. La “autocrítica” tiene
que ser fuerte para el entrenador, que también representa un gasto importante.
Duele ver a este Independiente. Como club, como institución,
como equipo. Una dirigencia nefasta por donde se la analice, con el respaldo de
los barras. Riéndose y burlándose del socio e hinchas que aman a Independiente.
Un asesor deportivo que, más allá de que apareció en un momento complicado,
hasta el momento no estuvo a la altura. Un DT que no le encuentra la vuelta al
plantel y no logra resultados, bajo el lema: “Tenemos que mejorar”; y por
último, un equipo que no da pie con bola. Pónganse a laburar, muchachos. Esto
no es Independiente y a la gente le duele verlo así.
Fuente Infierno Rojo
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