El viernes 26 de junio se firmó la llegada de Joaquín Laso a
Independiente. Luego de algunas semanas de negociación, el defensor de 30 años
rompió su vínculo con Rosario Central, perdonó una deuda de casi 300 mil
dólares y fichó libre para el Rojo a préstamo por 18 meses.
Para Julio César Falcioni era importante tenerlo en la
pretemporada y poder usarlo en el primer encuentro del semestre, ante Santos en
Brasil. Sin Sergio Barreto, la idea del DT era incorporar un central de
experiencia que pueda salir a la cancha y jugar. Pero no… debió aparecer
Patricio Ostachuk y tapar el bache.
Ya pasaron 35 días de la firma de Laso y todavía sigue sin
poder siquiera ir al banco. Y menos mal que el nivel de Sergio Barreto es tan
alto que hasta hace olvidar que la dirigencia contrató un futbolista que no
puede utilizar.
El problema sigue siendo el mismo. No hay acuerdo con el
Torino porque el presidente del club italiano no quiere rubricar un plan de
pagos e Independiente sigue inhibido para incorporar.
Desde Avellaneda presentaron un recurso de amparo en la
justicia para que el deportista sea habilitado para trabajar. Además, elevaron
un reclamo a FIFA en donde muestran que sí hubo un envío de dinero a Torino y
que arreglaron con el abogado del cuadro de Italia el pago del saldo final.
Pero mientras tanto, Laso quedó afuera de los concentrados
por sexta vez y no tendrá acción ante Platense. Esto trasciende a si es buen o
mal defensor, esto va más allá de rendimientos adentro de la cancha. El drama
es que afuera del campo de juego se volvió a cometer un papelón sin precedentes
que no debe naturalizarse.
Fuente Infierno Rojo
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