El jueves por la noche, Independiente volvió a ser víctima
de un robo por parte del árbitro, en este caso Diego Haro. El Rojo perdía 1-0
y, si bien llegaba, no lograba definir las jugadas. En ese contexto, el referí
metió mano igual a favor de Santos.
A los 57 minutos, y luego de un pase excelente, Marinho se
iba solo de cara al arco de Sebastián Sosa. Juan Insaurralde, el último
marcador, apenas le tocó la espalda, y el brasilero cayó desplomado. El
peruano, por su parte, sancionó la falta y le sacó una tarjeta amarilla al
Chaco por una infracción que jamás existió, pero no terminó ahí.
No conformes con la sanción de una amarilla cuestionable, desde el VAR llamaron al colegiado para que revisara la jugada. Consideraban que había sido último recurso, ya que el futbolista del Peixe se iba solo, por lo que Haro acató el pedido. Una vez que miró de vuelta la acción, anuló la tarjeta anterior y expulsó a Insaurralde por nada.
Vale recordar que no es la primera vez que el juez peruano perjudica al Rey de Copas en Avellaneda. En la Copa Sudamericana 2019, en la ida por los Cuartos de Final con Independiente del Valle, le anuló un gol totalmente lícito a Cristian Chávez por un offside de Francisco Pizzini que, si bien existió, no influyó en la jugada. Con ese tanto, los entonces dirigidos por Sebastián Beccacece habrían pasado de ronda.
Habría que preguntarse si, habiendo visto de vuelta la jugada, no alcanzó para darse cuenta de que el defensor no había hecho nada, y de que Marinho había simulado la falta. El árbitro, sin muchos ánimos de cambiar de parecer, fue más allá y, con ayuda del VAR, dejó con diez futbolistas a Independiente solo por marcar a los jugadores rivales. Al parecer, hay que dejar jugar al adversario.
Fuente Infierno Rojo
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