Las confesiones de Luis Islas
Luis Alberto Islas, campeón del mundo en México 86, relató
algunas vivencias de aquel equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo, a 35
años de la victoria contra Bélgica en las semifinales. Diego Maradona fue el
autor de los tantos del 2-0 en el estadio Azteca que clasificó a la final a la
Albiceleste. El ex arquero se refirió a su relación con el Doctor y el Pelusa,
además de contar cómo se enteró el seleccionado del 94 de su doping.
SU RENUNCIA AL MUNDIAL 90:
“Yo estaba en Logroñés y fui convocado por Bilardo, el mejor
técnico que tuve. Creo que se equivocó porque me dijo que estaba convocado pero
que no iba a atajar el primer partido. Yo ya no era el pibito de 18 ó 19 años,
venía de varios años en Primera y había sido elegido el mejor arquero en
España. Me quitó la ilusión, lamentablemente ese hubiera sido mi cuarto Mundial
(disputó Juvenil 83, México 86 y Estados Unidos 94), pero tomé la decisión de
no viajar. Después se armó un gran equipo que lamentablemente no pudo ser
campeón pero hizo un trabajo fantástico. Hubiera atajado por la lesión de un
compañero (Nery Pumpido se fracturó un dedo en el segundo partido ante Unión
Soviética), en ningún momento lo pensé de esa manera. Entró el Vasco
(Goycochea) y con el tema de los penales colaboró mucho”.
LA REUNIÓN POR EL DOPING DE MARADONA
“Veníamos de ganarle 4-0 a Grecia y 2-1 a Nigeria. Estábamos
en el vestuario festejando, cantando, disfrutando lo que se había conseguido.
Después hubo un rumor, de que había sido otro jugador… Todos rumores. Fue una
charla a horas muy tarde de la madrugada, donde Coco (Basile) nos convoca y ya
era oficial. Es como que modificó toda la estructura que teníamos. Todo lo
bueno que se estaba haciendo se modificó. Nos habían tocado al jefe, a Diego
Armando Maradona. La reunión fue en el hotel donde estábamos concentrados, no
me acuerdo si en el lobby o dónde. Estábamos nosotros solos. Se venía
comentando y cuando se confirmó, se hizo la reunión con todo el plantel”.
“Ese equipo gustaba, jugaba bien, tenía una idea marcada y
un técnico fantástico que nos permitía libertad futbolística. Cuando pasó lo de
Diego anímicamente nos golpeó mucho. Se nos estaba tocando al número 1, al más
grande de todos. El equipo lo sintió anímica y futbolísticamente. Lo sufrimos,
lo vivimos y padecimos. Personalmente hasta hoy tengo muchas dudas de lo que
pasó. Diego estaba permanentemente entrenando con nosotros y nos analizaban. La
imagen de la señorita (enfermera) que se lo lleva de la mano… Algo pudo haber
pasado ahí. Esa selección era campeona”.
EL HISTÓRICO RECLAMO DE DIEGO POR UNA JUGADA
“Hasta el día de hoy me sigue doliendo la espalda (por la
atajada a Maradona, que casi le hace un gol de rabona, en un
Independiente-Newell’s en el 93).
Tenía esas cosas Diego. Dirigimos muchos años juntos, lo
recuerdo con el máximo cariño y respeto. Siempre me reclamaba eso, ‘Por qué no
me dejaste, por qué hiciste eso’. Yo lo cargaba y le decía ‘¿Qué querés?,
estaba defendiendo el arco del más grande’. Ahí él se metía con Boca. Un genio,
lo que fue como jugador algo extraordinario, como entrenador también. Tuve el
placer y responsabilidad de estar con él. Lo que disfrutaba en un campo de
juego cuando el equipo hacía un gol… Esos abrazos que nos dábamos eran pura pasión.
Va a estar siempre en mi corazón”.
Nota de Infobae
Publicó Orgullo Rojo
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