La casualidad, que entre ellos no existe, determinó que el
mismo día fueran vacunados Bochini y Bertoni. Su talento que es inmune al paso
del tiempo, produjo esta nueva e inesperada pared.
Los ídolos más grandes en simultáneo cuidándose de una plaga
que parece arrasar con todo pero no con el recuerdo perenne de sus hazañas.
La Juventus, Talleres, Racing y todos los demás sufrieron
sus maravillas. Y ellos nos maravillaron a todos los que tenemos el corazón
rojo, que siempre late movilizado por el talento.
Porque la historia de Independiente es la del talento y la
de los genios. Es lo que hay respetar. Bochini y Bertoni son un espejo
retrospectivo, que debiera ser una luz que alumbre un futuro superlativo, como
obliga la historia.
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