(Foto: Prensa Independiente)
Gastón Silva se empezó a comunicar personalmente con cada
uno de los integrantes del plantel para comunicarles que no va a continuar en
el Rojo. La dirigencia lo intimó a cumplir el contrato, pero el defensor se
considera despedido por falta de pago. El lío no termina.
La carta que los dirigentes de Independiente le enviaron a
Gastón Silva el miércoles fue muy contundente.
“De persistir usted en su postura no tenemos más alternativa
que considerar la rescisión anticipada de su contrato como incausada e
injustificada y reclamarle a Usted y al club que lo contrate la suma de 8
millones de dólares acordada en el contrato de trabajo en conceptos de
indemnización por desvinculación anticipada”, sostuvo el comunicado que mandó
el club.
De todas formas, la misiva no modificó en nada la postura
inflexible del futbolista.
El uruguayo comenzó a llamar a cada uno de los integrantes
del plantel para despedirse. Fueron varios los que se sorprendieron ante una
determinación tan drástica, pero el defensor comenzó a explicarles a todos que
su decisión es irrevocable e irreversible. No tiene pensado dar marcha atrás
porque siente que lo maltrataron ante la sucesión de promesas incumplidas de
pago.
La madre y representante del defensor, Patricia Perdomo, fue
quien el 7 de mayo dio un anticipo de lo que estaba por venir. Luego de acudir
en varias oportunidades a la sede que Independiente tiene en Avellaneda, a la
de Capital Federal e incluso a las oficinas del Sindicato de Camioneros en el
barrio porteño de Constitución, la mamá del jugador explicó que Hugo Moyano
nunca quiso recibirla.
“A Gastón le deben desde noviembre incluyendo su sueldo,
todo. Hablo todos los días con él y no le ha ingresado ni un sólo peso”, había
expresado Perdomo.
Los días pasaron y la plata no apareció. Desde el club
aseguran que a Silva le debían dinero desde febrero. Y sostienen que en
realidad fue él quien nunca tuvo predisposición para sentarse a conversar. En
definitiva, ambas partes han manifestado sus respectivas opiniones. La
particularidad es que el 18 de abril el propio futbolista dejó un mensaje muy
diferente al que días después dio su madre.
“Los directivos se están poniendo al día. Hoy lo más
importante es darles prioridad a los más chicos, que son los que menos ganan”,
había dicho.
Para el uruguayo de 26 años su ciclo en Independiente está
terminado. Los dirigentes del Rojo irán a fondo con la intimación ya que
aseguran que el telegrama que el jugador envió al club exigiendo el pago de los
sueldos atrasados nunca llegó a sus manos porque todas las instalaciones de la
institución se encuentran cerradas a modo de prevención por la emergencia
sanitaria. Independiente aún debe pagarle a Torino u$s 1.800.000 y 700.000 a
Pumas por Silva. El jugador no piensa volver a pisar Avellaneda.
Fuente Olé
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