¡Entrevista interesantísima de El Gráfico con Gabriel
Milito!
1 ¿Te temblaron las patas cuando Guardiola te hizo pasar al
frente?
No me la esperaba. Faltaban dos días para la final con
Estudiantes del Mundial de Clubes. Nos habíamos despertado de la siesta y antes
de ir a la práctica, nos llamó para la charla. Llegamos al salón todavía medio
dormidos, nos sentamos con Leo (Messi) cerca del fondo. Adelante, al lado de la
pantalla gigante, había dos sillas. En una estaba Pep; la otra, vacía. “Buenas
tardes, Gaby, por favor, esta silla es para vos”, dice. Pep no era de hacer
esas cosas, así que me paré, entre miradas incrédulas y sonrisas de mis
compañeros, fui hasta allá, me senté y lo miré como diciendo: “¿Qué hice?”
(risas). “Por favor, explícales a tus compañeros con qué se van a encontrar en
la final”, me dijo.
2 ¿Vos conocías a los jugadores de Estudiantes?
Sí, había
visto las dos finales con Cruzeiro porque estaba de vacaciones en la Argentina.
Les conté que habían ido a despedirlos como 5000 personas, mientras que
nosotros salimos del aeropuerto con tres cámaras. Marqué esa diferencia. Pep
respeta a todos los rivales de la misma manera, sea el Real Madrid o un equipo
de Kuwait, al que enfrentamos después de la final con Estudiantes, en un
amistoso de esos para recaudar. De hecho, tres días después de ser campeones
del mundo, nos puso imágenes del equipo de Kuwait (risas), no lo podía creer.
Bueno, lo que buscaba Pep esa vez era que el rival no nos ganara por subestimar
el partido.
3 ¿Qué dijiste, entonces?
Primero, lo que significaba para
los argentinos una final así: la gloria, lo máximo a lo que se podía aspirar.
Verón había declarado que era el partido más importante de su carrera. Y a
Verón lo conocían todos por jugar en el Inter, en Manchester, en Mundiales.
Entonces, cada pelotita, si no se quitaba, quedaría el rasponcito. Si llego, te
la saco, pero si no te la saco, algo te llevás, la típica argentina, más en
finales. Después, di las características de algunos jugadores, me senté y
Guardiola arrancó con sus videos y cuestiones tácticas.
4 ¿Quién es Gabriel Milito?
Uhhh, no me gusta autodefinirme.
Soy un pibe de barrio, muy comprometido con las cosas que hago, en el fútbol y
en la vida.
5 ¿De qué clubes son hinchas tus viejos y tu hermana?
Mi
viejo y mi hermana son de Boca; mi vieja, de Independiente, por su padre,
Néstor Elizari, que tiene 85 años y es socio vitalicio, y me metió a mí toda
esta locura por el Rojo. Mi tío, el padre de Fernando Elizari, también es de
Independiente. Todo lo que viene de parte de mi vieja es del Rojo.
6 ¿Por qué tu abuelo te hizo del Rojo a vos y no a Diego?
Porque por el otro lado, un primo de mi viejo era muy hincha de Racing y
nosotros jugábamos todo el tiempo con su hijo, nuestro primo, y lo metió a
Diego por ese lado. De hecho, Diego fichó en Racing, yo empezaba en
Independiente, y como nuestros viejos no nos podían llevar a los dos, me
terminaron mandando a mí a Racing, porque Diego era el mayor y yo todavía no
tenía edad para fichar. Estuve 2 años en Racing hasta que le dije a mi viejo:
“Basta, acá no juego más, quiero ir a Independiente”.
7 Jugando en Racing, ¿decías que eras hincha de
Independiente?
Eramos chicos, no se preguntaba demasiado, pero seguí yendo a la
cancha a ver a Independiente, aunque estuviera en las infantiles de Racing.
8 ¿Con Diego eran de pelearse mucho?
Seeee, nos peleábamos
seguido. Ibamos al colegio a la mañana, volvíamos, comíamos y salíamos. No
había día en que con Diego no estuviéramos afuera, o andando en bici o jugando
a la pelota en la calle, armando los arcos con adoquines. Eso nos enseñó
muchísimo. En el fondo de casa también jugábamos porque teníamos un patio
grande. Yo era bastante calentón, a mí me gustaba que me dijeran que era
Barberón, y de golpe me decían que era Trossero y me enojaba. Las vueltas de la
vida, al final me terminó dirigiendo Trossero, un gran tipo.
9 ¿Se agarraban a piñas con Diego?
Sí, claro, Diego por ahí
me pegaba y salía corriendo y yo me enojaba, y cuando lo cazaba… Una vez lo
entré a perseguir alrededor de la pileta que había en el fondo. No lo podía
alcanzar, justo había un ladrillo, le grité “vení o te lo tiro”, y como no
venía, no venía, se lo tiré. A las piernas, eh. Mis viejos a veces ni se
enteraban de las peleas, otras tenían que venir a poner orden porque era un
descontrol.
10 ¿Qué les pasó el día que discutieron en el clásico? Ya no
eran dos pibes…
De alguna manera fue revivir una de esas tantas peleas que
tuvimos de chicos. En ese momento, tanto Diego como yo, nos olvidamos de que
estaba la gente, la tele, los periodistas, se dio espontáneamente, como tantas
veces antes. El pidió que me expulsaran y yo lo reputeé. Después, nos tocó a
los dos el antidoping y seguíamos discutiendo. Y a la noche fuimos a cenar a la
casa de los viejos, como todos los domingos, y mi papá puso un poco de orden.
No le gustó lo que habíamos hecho.
11 Antes del Inter-Barcelona, semi de Champions 2010,
¿hablaron para evitar que el papelón fuera televisado a todo el mundo?
Ja, ese
partido ya nos agarró más maduros. Igual, más allá de las peleas, con Diego nos
llevamos siempre muy bien. Viste cuando tenés un amigo de fierro y le contás a
otro: “Este es mi hermano”. Bueno, este sería a la inversa: “Para mí, Diego es
un amigo”. Lo cuento entre mis amigos.
12 Siempre pareciste vos el de más personalidad, a pesar de
ser el más chico de edad.
Diego es un poco más tranquilo que yo, pero ojo que
cuando se enoja, se pone bravo, eh… Quizás lo relacionan con que debuté antes
en Primera, pero somos parecidos.
13 Es curioso: Diego es el mayor, pero vos debutaste antes y
también te retiraste antes…
Mi retiro se debió a las lesiones que me tocaron
vivir. La primera rotura de ligamentos cruzados la sufrí con 20 años y la
segunda a los 27. Y ya nada fue igual. Disfruto que Diego esté jugando, me da
una gran alegría, porque a él le costó muchísimo. A mí me fue muy bien de
entrada, debuté joven, estuve en las juveniles, pero a Diego le costó y no se
lo reconoció como correspondía. Vivió años maravillosos en Europa, es ídolo
máximo del Genoa, en Zaragoza se cansó de hacer goles, en el Inter ganó
muchísimos títulos, pero en la Argentina no lo terminaban de reconocer. El
hincha de Racing siempre lo quiso, pero recién ahora lo puso en un lugar
impresionante. Y eso me da mucha alegría por todo lo que sufrió.
14 ¿Por qué decís que sufrió tanto?
Diego hizo dos años y
medio de Cuarta División en Racing. Eso es caminar por la cornisa de tu futuro
como futbolista profesional. Tuvo esa cuota de suerte indispensable, porque en
un instante clave agarró interinamente Gustavo Costas, que lo conocía de las
inferiores, lo subió y lo hizo jugar. Siempre pongo su ejemplo como enseñanza:
es una demostración de que con trabajo, dedicación y deseo, las cosas se
consiguen. Tengo amigos del fútbol que no han llegado a Primera, los encontrás
15 años más tarde y te dicen: “Me arrepiento de no haber dado todo en su
momento”. Es una edad en la que hay tentaciones y muchos chicos quedan en el
camino porque no pueden controlarlas. A pesar de que le tocó hacer un camino
muy largo para llegar a Primera, Diego siempre luchó para ser futbolista.
15 Hay grandes coincidencias en las carreras de ambos:
campeones en el club de origen, un club mediano de Europa, uno grande luego,
ganan la Champions, van a un Mundial, se rompen los cruzados y el regreso al
club de origen. Parece guionado…
Exacto, es increíble. Con Diego tenemos una
forma de ver las cosas muy parecida y los dos sabíamos, cuando nos fuimos a
Europa, que volveríamos a Independiente y a Racing, el resto es un poco también
el destino…
16 Te iba a decir: todo muy parecido salvo el final: Diego
campeón en Racing, vos te fuiste al descenso con Independiente…
Claro, sí, ¡qué
simpático! Yo me había retirado hacía un año cuando nos fuimos a la B, pero
participé en uno de los tres años del promedio, no reniego de eso. Pero la vida
es esto: los buenos y los malos momentos, ¿qué vas a hacer?
17 ¿Diego te cargó con el descenso de Independiente?
No,
cargadas no hubo. Entiendo que la gente de Racing lo haya disfrutado. Quizás no
queda bien que lo diga yo, pero la grandeza de Independiente es superior a la
de Racing. A lo largo de su historia, Independiente tuvo más alegrías que
tristezas y Racing todo lo contrario.
18 Ultima fecha del campeonato pasado, ¿querías que Racing
fuera campeón o no?
Era una situación muy rara porque quería que le fuera bien
a mi hermano, pero jamás me puedo poner contento por los éxitos de Racing. Me
hubiera encantado que Diego consiguiera lo mismo, pero en otro lado. Se lo
merecía.
19 Final de la Libertadores, último penal de la serie para
Racing, patea Diego; si lo erra, sale campeón Corinthians. ¿Qué deseás?
No creo
que Racing llegue a la final. Esa es mi respuesta. Le contesté lo mismo a
Quique Felman hace poco: el nivel de fantasía del periodista supera todo, así
que espero que eso no ocurra, que a Racing lo eliminen antes.
20 ¿Diego es el Príncipe o el Rey de los Milito?
No hay
títulos de nobleza en nuestra familia, somos gente sencilla (risas).
21 ¿Hay chances de que en el futuro sean una versión
moderada de los Barros Schelotto en los banquillos?
No creo, porque Diego no
tiene intenciones de ser entrenador. Si cambia de opinión, sería lindo trabajar
juntos.
22 ¿Por qué no fuiste al Olimpyque de Marsella de pibe?
Fue
la primera oferta grande que recibí, en junio del 99. Iba a ir Diego, que
estaba en inferiores de Racing. Yo tenía dudas, pero al final mis viejos no nos
dejaron ir, sentían que éramos muy chicos y aparte yo quería disfrutar la
Primera de Independiente.
23 ¿Líder se nace o se hace?
Hay algo que viene con cada uno
y después, a través de la experiencia y la educación, uno va incorporando
cosas. Intenté siempre ser el mismo, no hacer nada en forma antinatural. No
creo que haya un solo perfil de líder: hay tipos que lo son a través de la
comunicación, otros por su presencia, otro por la palabra justa en el momento
indicado. El Ratón Ayala, por ejemplo. Lo admiraba cuando empezaba en la
Selección y con el tiempo tuve la oportunidad de conocerlo y confirmé todo eso
que a mí me daba la sensación de que el Ratón era. Sin hablar, con su
presencia, por cómo entrenaba, por la palabra justa…
24 ¿A qué líderes admiraste cuando empezabas?
Tuve dos
grandes referentes en mis comienzos: Dany Garnero y Fabián Carrizo. Llegué al
vestuario de la Primera con toda la timidez y me encontré con tipos a los que
admiraba desde la tribuna. Dany era el 10 del equipo del 94, al que iba a ver
todos los domingos. Y era el auténtico líder de ese vestuario, un tipo recontra
inteligente, que no necesitaba alzar la voz para que lo escucharan. Y protegía
mucho a los chicos del club, los guiaba.
25 Por ejemplo…
Teniendo 18 años me agarró después de una
práctica y me dijo: “Antes de la cena, nos reunimos con los dirigentes para
discutir por los premios, quiero que vengas así escuchás, porque alguna vez te
va a tocar a vos”. Hoy Dany es amigo y vecino, vive a 50 metros de casa y cada
vez que tengo alguna duda, me cruzo y charlamos. El y Carrizo me ayudaron mucho
a perder ese temor de llegar al primer equipo en un vestuario con gente muy
pesada y unos pocos jóvenes, un formato que dejó de existir hace años.
26 ¿Quién te dio la cinta en Independiente por primera vez?
Enzo Trossero. Un viernes a la noche, contra Argentinos, en febrero del 2000.
Cascini no podía ser capitán porque estaba suspendido. Me estaba cambiando y
vino Enzo y me dijo: “Mirá que hoy vas a ser el capitán”. Esa noche metí mi primer
gol en Independiente, ganamos 8-1… pero ojo que yo metí el 1-0, eh.
27 ¿Cuántas lesiones tuviste en tu carrera?
Serias, fueron
dos, ligamentos cruzados en la misma rodilla, la derecha. La primera, a los 20
años, en Avellaneda, contra Rosario Central, una jugada muy simple, como suele
pasar. Un pelotazo, me quise afirmar y pisé muy fuerte. Sentí el ruido,
enseguida me di cuenta de que era una lesión difícil. La siguiente fue en mayo
de 2008, semifinal de Champions en Manchester, salté con Rooney y caí mal. Me
operaron y la idea era recuperarme a los 6 meses, se complicó y mi primera
convocatoria tras la lesión fue para el Mundial de Clubes, en diciembre del
2009. O sea: en vez de 6 meses fueron 18.
28 ¿Te rompés los ligamentos y ya no sos el mismo?
Después
de mi primera lesión, jugué 8 años, muchos partidos y me sentía igual. Cambió
después de la segunda lesión porque tenía un dolor persistente y viví un año y
medio terrible. Obviamente, una rodilla lastimada necesita cuidados especiales:
ir casi todos los días al gimnasio para hacer media hora de fortalecimiento
antes de cada práctica, por caso. Eso hacía.
29 Si te cruzás por la calle con Valdano, ¿lo saludás?
Si el
tema hubiese quedado en el fichaje frustrado al Madrid, no tendría ningún
inconveniente en saludarlo, porque es parte del fútbol, pero tras mi segunda
lesión, cuando llevaba un año de rehabilitación y vivía un momento terrible
porque no le encontrábamos la vuelta, declaró: “El tiempo me dio la razón con
Milito”. Fueron palabras desafortunadas, innecesarias, cuando yo jamás me había
metido con el Real Madrid ni con Valdano. Después de un derby que ganamos 2-0
en el Bernabéu, al salir del vestuario lo vi charlando con Pep y le dije que se
había equivocado.
30 ¿Qué significó el Zaragoza en tu carrera?
Un club
superimportante, el que me abrió las puertas en Europa. Un viernes se cayó mi
pase al Real Madrid, y el sábado estaban los dirigentes del Zaragoza en el
hotel de Madrid donde me alojaba para contratarme. Me venían buscando desde
antes. La única salida que proponía el Madrid era que me quedara a préstamo por
un año y si en ese año no había problemas, me contrataban. Les dije:
“Olvídense, me voy a Zaragoza”.
31 ¿O sea que vos te bajaste del Real Madrid?
Me habían
buscado para hacerme un contrato de cuatro años y yo no tenía ninguna duda de
cómo estaba. ¿Ellos sí las tenían? Perfecto: los respeto, pero contraten a
otro. Tomé la decisión convencido. Me fui a Zaragoza y 8 meses más tarde me
topé con el Madrid en la final de la Copa del Rey. Increíble, ¿no? Y la ganamos
con un gol de Galletti en el alargue. Al año siguiente, le ganamos la Supercopa
al Valencia de Rafa Benítez. Aparte de buenos jugadores, ese equipo tenía
convencimiento, mentalidad.
32 Encima después terminaste en el Barcelona.
Exacto. Pero
volviendo al Zaragoza: es el club donde pude jugar dos años con mi hermano,
algo que sólo hice en algunos partidos en la Selección. Es la ciudad donde
nació mi primer hijo y donde sigo teniendo mi casa. Paso por ahí cada vez que
viajo a Europa. Ahora, lamentablemente, el club está en el peor momento de su
historia.
33 ¿Qué tiene el Barcelona distinto al resto?
Es un club
único. Desde su filosofía futbolera que perdura en el tiempo y porque no es solo
un club de fútbol, sino que representa a Catalunya, esta cuestión
político-cultural. Es un club gigante que tiene una fuerza gigante.
34 ¿Cristiano como rival es tan asqueroso como parece?
Me
tocó enfrentarlo un par de veces y no tuve problemas. Heinze, que fue su
compañero en Manchester, me habló muy bien de Cristiano.
35 Con Ronaldinho sí te sacaste chispas…
Con Ronaldinho
teníamos una gran rivalidad desde las selecciones juveniles. Jugamos
Argentina-Brasil en el Sub 17, Sudamericano y Mundial, el Sudamericano Sub 20,
Preolímpico en Londrina, Independiente-Gremio por la Mercosur. Llegamos el
mismo año a España, 2003, yo a Zaragoza y él a Barcelona, y en 4 años nos
enfrentamos 8 veces por Liga y 6 por Copa del Rey. Nunca fue de provocar, nos
respetábamos, pero él sabía que tenía unas ganas de darle (risas). Cuando
llegué al Barsa, me dijo: “¡Por fin vamos a jugar juntos, así no me pegás más!”
(risas). Y en uno de mis primeros partidos, dio la arenga al grupo y después me
agarró y me dijo: “Quiero que empieces vos también a hablar acá con los
muchachos, eh”. Un gran espaldarazo…
36 La primera vez que hablaste con Guardiola.
Fuimos a
entrenar con Rijkaard al Miniestadi y vinieron unos chicos del filial para
completar la práctica. El técnico era Pep. Nos saludamos y nada más. La
siguiente fue en la clínica donde me habían operado. Faltaban 2 o 3 partidos
para terminar la temporada y ya habían anunciado que Pep sería el sucesor de
Rijkaard. Estaba en la habitación con la familia, golpearon la puerta y pasó Pep.
Obviamente se fueron todos y quedamos los dos. “Gaby, pensá en tu recuperación,
sé que hasta diciembre no te cuento, pero mirá que te necesito y vas a ser muy
importante para nosotros”, me dijo. Me transmitió un gran entusiasmo y
seguridad. “Ya lo verás, todo irá bien”, me repitió un par de veces.
37 ¿Te sorprendió que fuera a verte?
Claro, fue un gesto que
no esperaba para nada. Unos meses después, horas antes de su debut oficial como
técnico del Barcelona, ante el Wisla Cracovia por la pre Champions, me llamó a
la Argentina. Yo estaba comiendo en un restaurante de Quilmes con Luis García,
el kinesiólogo de la Selección. Decía “privado”, no iba a atender, porque nunca
atiendo en realidad. Por suerte lo hice. Era Pep. “Gaby, quiero que sepas que
hoy empieza oficialmente la temporada, que te echamos de menos y que ésta es la
Champions que tú vas a jugar”, me dijo ¡tres horas antes de su debut oficial!
Increíble que se acordara de mí. Después, no pude jugar esa Champions, pero
fueron esos gestos que decís: “La pucha, mirá en cuántas cosas está metido este
tipo”.
38 ¿Qué es lo mejor que tiene Guardiola?
Muchas cosas. El
entender el juego de una forma muy muy especial. Es brillante en ese sentido.
Con Pep he hecho cosas que tenía prohibidas con otros técnicos. Pep cree que
ante cada presión, hay una solución y busca todo el tiempo la variante para
intentar salir jugando sabiendo que a veces hay imprecisiones y toca jugar una
pelota larga. En mi segundo año, todavía lesionado, nos tocaba el Getafe. El
técnico era Víctor Muñoz, al que había tenido en Zaragoza dos años. Lo conocía
bien. Pep me vino a buscar al gimnasio y me dijio: “Gaby, hoy olvídate de esto,
ven que quiero que me digas cosas de Víctor Muñoz”. Me llevó a su despacho, me
mostró imágenes de Getafe y me preguntaba por qué hacía esto y lo otro.
39 ¿Pudiste responder dignamente?
Sí, sí (risas). Pep es
innovador, te sorprende siempre, no para de buscar variantes para cada
situación. Hace un gran análisis del rival, sabe por dónde hay que atacar, cómo
hay que presionar, y si eso no ocurre en el partido, tiene un plan B y uno C. Y
las charlas en el entretiempo son un espectáculo. El cree que ataque y defensa
van juntos, son una misma cosa. Que si el equipo defiende mal, es porque está
atacando mal y por eso siempre intenta buscarle una solución a la forma de
atacar para no recibir ese contraataque del rival.
40 ¿Guardiola no te satura con sus obsesiones?
Todo lo
contrario. Pep tiene la combinación de no dejar nada librado al azar haciendo
con su cuerpo técnico un trabajo muy fino en todo, pero, al mismo tiempo, te
deja respirar. Nosotros no concentrábamos, cuando terminaban los
entrenamientos, el que se quería quedar a patear, lo hacía, y el que no, no. Si
uno quería ir al gimnasio, iba. Nos daba mucha libertad. Los entrenamientos
eran superexigentes, y donde uno insinuaba un poquito de relajación, estaba el
toque de atención. A Pep, además, se le nota muy claramente cuando está mal y
cuando está contento.
41 ¿Fue frustrante la primera temporada de Guardiola, con 6
títulos sobre 6, y vos sin poder jugar ni un partido?
Era un momento brillante
del equipo y uno horrible para mí. Pero el club, el cuerpo técnico y mis
compañeros me brindaron una contención única. Si me hubiese tocado vivir lo
mismo en otro club, muy probablemente, hubiese tirado la toalla. No me
entrenaba con el grupo, pero me hacían sentir importante. Estaba en el gimnasio
y por ahí venía Pep o un par de chicos a charlar y al día siguiente venían
otros dos o tres. Ese del Barsa fue el mejor grupo que me tocó integrar, no
tengo dudas. De afuera, existe la fantasía de que son inalcanzables, de otro
planeta, y es todo lo contrario. Es más, hasta resulta mucho más fácil convivir
con ese nivel de jugadores y de personas, que en un vestuario argentino, ¡mirá
lo que te estoy diciendo!
42 ¿Por qué no aceptaste ser su ayudante en el Bayern
Munich?
Porque nunca me lo ofreció (risas). Fue un rumor. Hace unas semanas
estuve en Europa con Pep: lo fui a visitar, a conocer el Bayern por dentro,
estuvimos cenando, hablamos de fútbol, pero en ningún momento se tocó el tema.
“¿Y? Algún jugador ya te puso carita cuando no lo metías en el equipo?”, me
preguntó, entre risas. Siempre estuve en contra de compañeros a los que no les
tocaba jugar y el camino que usaban para demostrar su enojo era entrenarse
fastidiosos. Entrenarte bien, con los dientes apretados, es la mejor manera de
reclamar tu lugar.
43 ¿Qué te trajiste de ese viaje a Europa?
Fui a saludar a
Pep, a conocer un club como el Bayern y a preguntarle por algunas
modificaciones que veía en el equipo, como poner a los laterales por dentro,
jugar con línea de 3 y dos contenciones… Después, visité la ciudad deportiva
del Manchester City, que es impresionante, y pude ver otra vez a Messi en vivo,
por Champions contra el City, en el Nou Camp. Me quedé helado, me hizo sentir
cosas que hacía mucho no sentía, un primer tiempo increíble.
44 ¿Por qué se dio ese enganche de Pep con vos?
El vínculo
más fuerte se dio durante mi lesión, porque sabía que al llegar el fin de
semana él no tenía que tomar la decisión de ponerme, pero una vez que estuve en
condiciones de jugar, te diría que yo puse un poco de distancia, no quería
quedar como el tipo que sacaba ventaja. No nos escribimos seguido, pero si voy
para allá, nos vemos, o si él viene para acá, como pasó en las charlas que dio
en la Argentina, nos juntamos. La última vez, en pleno Mundial, fue imperdible:
vino un día y fuimos a cenar con él y Menotti. Una charla impresionante. Yo,
calladito, escuchando, por supuesto.
45 Menotti dijo que él hubiera elegido a Pep para ser DT de
la Selección. ¿Lo ves posible alguna vez o es un delirio?
Ehhh, hay países que
lo hacen, pero la Argentina tiene muy buenos entrenadores para tener que buscar
a uno de afuera. Martino es uno de ellos. Fijate la cantidad de entrenadores
argentinos que hay en selecciones de Sudamérica y por el mundo, eso habla de un
gran nivel del entrenador argentino.
46 ¿No te parece raro verlo a Messi por la derecha, como en
sus comienzos, cuando vos lo viste brillar por el centro con Guardiola?
Leo
tiene tanto, pero tanto talento que te hace daño por adentro y por afuera.
Cuando empezó por la derecha, no me lo imaginaba en otro lugar que no fuera
ese, pero cuando lo vi por adentro, de falso 9, pufffff, encontré al mejor Leo.
Ojo que ahora también intercambia con Suárez y va al medio, eh.
47 Si sos el técnico del mejor jugador del mundo, ¿le
consultás si le molesta jugar por el costado o se lo ordenás y listo?
La
comunicación siempre es necesaria. El fútbol, como cualquier otra actividad,
tiene que ver con las relaciones humanas. No creo que el entrenador tenga que
ser distante del futbolista ni tampoco que deba ser amigo, el equilibrio es la
clave. Vos tenés que hacer sentir bien a los jugadores y no todos son iguales:
uno por ahí necesita que le hables; otro, no…
48 Si tuvieras que apostar: ¿Messi algún día dejará el
Barsa?
Me gustaría que juegue siempre en Barcelona, que sea hombre de una sola
camiseta, al menos en Europa. No hablé con él de este tema, es sólo intuición
mía: en el corto plazo no lo veo fuera del Barsa. Me parecería un muy mal
negocio que dejen ir a Leo, que ya es leyenda, el hombre más importante en la
historia del club.
49 Si no salimos campeones del mundo con Messi, ¿no es para
morirse?
Ya pasaron tres Mundiales… Los chicos del Barsa siempre nos decían que
no podemos desaprovecharlo, nos ven como grandes candidatos, más conociéndolo a
Leo, pero te toca jugar con Alemania, ¿viste lo que es? Sería una pena muy
grande que con el mejor jugador de la historia no podamos ser campeón de
América y del mundo. Una pena para Leo y para el país, para todos los
futboleros. Pero es muy difícil ganar un Mundial. Y no soy de los que piensan
que para ser el mejor de la historia tenés que ganar un Mundial.
50 Vos que lo viste en su nivel más alto con Guardiola,
¿cuánto calificás su último Mundial? De 1 a 10…
Noooo, eso de los puntajes es
muy de ustedes, los periodistas. En la primera fase, fue un jugador sumamente
determinante por los goles que hizo, y en la eliminatoria directa, el equipo
cambió su forma de jugar. Para mí, hizo un muy buen Mundial, jugando distinto a
lo que jugó durante muchísimos años en el Barcelona.
51 ¿Al Mundial 2006 fuiste pensando que lo ganaban?
Sí,
había muy buen equipo, muy buen grupo y teníamos un gran entrenador al que
conocíamos mucho y que él nos conocía mucho. Y estaba Román, que era de esos
jugadores con los que salís a jugar y te dan la tranquilidad de que van a
resolver algo y te van a hacer ganar un partido.
52 ¿No poner a Messi contra Alemania fue un error de José?
En ese partido, se le lesionó el Pato, y Hernán (Crespo) pidió el cambio.
Alemania se venía con pelota parada, y José puso a Cruz, que era alto, te
defendía en los centros y aparte venía de una temporada espectacular en Italia.
Al final nos empataron por vía aérea, esas cosas del fútbol.
53 ¿Independiente puede ser campeón este año o aún le falta?
Para ser campeón es importante la regularidad. La idea de Almirón me parece muy
interesante, y en el momento en que el equipo haga ese clic, ganará muchísimos
partidos.
54 ¿No te parece injusta la gente de Independiente con
Almirón, que viene de pelear un campeonato e intenta un buen juego?
Al hincha
de Independiente los últimos años le tocó vivir cosas muy malas, y quiere
ganar, como el hincha de cualquier equipo, pero yo creo en los procesos. Entre
el 2002 y el 2015 por Independiente pasaron cantidad de jugadores y entrenadores,
y sólo se ganó una Sudamericana. Y muchos de esos técnicos después demostraron
en otros lugares que eran buenos: Garnero, ascendiendo con San Martín de San
Juan, Troglio con Gimnasia, Falcioni siendo campeón con Banfield y Boca…. Si a
esos entrenadores se les hubiera tenido más paciencia, al menos un título local
en 13 años hubiese caído, pero la desesperación del hincha empuja, sobre todo
en el dirigente que se deja influenciar por el hincha. Es obvio: para construir
cosas importantes, se necesita tiempo; para destruirlas, no.
55 ¿Cómo explicás lo de Simeone en el Atlético? Es una
demostración de que el dinero en el fútbol, si bien es importante, no lo es
todo, que antes está el convencimiento, la mentalidad, el deseo de ganar, de
generar competencia interna. El técnico debe ser el primero en no parar un
minuto y en querer demostrar ser competitivo. En este último viaje me lo crucé
en el aeropuerto y estuvimos charlando 10 minutos.
56 ¿Le preguntaste cuál era la fórmula?
Lo felicité por todo
lo que está haciendo, es realmente admirable. Aguantarles el ritmo al Barcelona
y al Real Madrid en la liga española es complicadísimo. Ganarle una Copa del
Rey al Madrid en el Bernabéu, una Liga en el Camp Nou al Barcelona, casi
imposible. Y lo hizo. Como ganarle también una final al Chelsea y estar a dos
minutos de quedarse con la Champions. Eso se consigue con mucha categoría. Y,
además, se le fue primero Falcao, después Diego Costa, Courtois, los marcadores
de punta, y el equipo siguió compitiendo, ahí te das cuenta de que el tipo
tiene algo. Me hubiese encantado hablar más tiempo y visitarlo, pero fui muy
pocos días. Ni se debe acordar, pero el día que debuté en la Selección, contra
México en Los Angeles, año 2000, el Cholo era el capitán de Bielsa, estaba haciéndose
masajes con el fisio y me acerqué a charlar de fútbol con él. El Cholo habla de
fútbol y desprende pasión.
57 ¿Lo ves parecido a Guardiola en ese sentido?
Exacto. A
Mourinho no lo conozco personalmente, pero mi hermano me habló muy bien de él y
pienso que Pep, el Cholo y Mou tienen muchas cosas en común para hacer
competitivos sus equipos. Difieren en la idea general, pero el compromiso, el
esfuerzo, la humildad para competir, la humildad para respetar a todos los
rivales de la misma manera, el hecho de no relajarse y el orden ofensivo y
defensivo, los unen.
58 La diferencia es que Mourinho se hace odiar…
No lo
conozco en la intimidad, te hablo por lo que me contaron mi hermano y los
chicos del Inter, y me quedo con eso, y no con la parte polémica. Mourinho es
un espectáculo, del nivel de Guardiola, del Cholo, de Bielsa. Eso me dijeron.
59 Pero Guardiola no lo puede ni ver…
No creo, tienen
perfiles distintos, pero son dos personas muy inteligentes y que hacen jugar al
equipo de acuerdo a lo que pretenden. Para eso tenés que convencer y transmitir
seguridad, no es sencillo.
60 ¿A Martino en Barcelona no le perdonaron ser extranjero?
Por lo que había hecho en Newell’s, pensé que era una muy buena opción para el
Barcelona, porque había obtenido un funcionamiento similar al del Barsa en un
campeonato más agresivo y friccionado que el español. Después, hay que entrar
en pormenores que uno desconoce. El Barsa es un club muy grande y allí juegan
con los antecedentes. El Tata era reconocido en la Argentina y en Sudamérica,
pero quizás en España no.
61 ¿Periodismo argentino o español?
Son parecidos. Hay
periodistas muy buenos, en Argentina y España, y otros con los que no comparto
cómo se manejan.
62 ¿Qué recordás de Vilanova?
Tito era una excelente
persona, más cerrado que Pep en cuanto a la comunicación. Era el encargado de
las pelotas paradas y antes de cada partido, íbamos de a uno a verlo: tenía las
láminas pegadas en la pared y nos recordaba en qué lugar debíamos marcar,
porque hacíamos zona. Miraba muy bien el fútbol, un gran apoyo de Pep. Una
persona sencilla, de pocas palabras y conceptos claros, muy del Barsa.
63 Un mazazo durísimo su enfermedad, ¿no?
Terrible. Como fue
lo de Abidal en su momento. Cuando me retiré, Tito arrancaba como entrenador
principal en el Barsa. Era el casamiento de Iniesta, fui para allá y el primer
día de la pretemporada, lo acompañé a Leo y estuvimos charlando con Tito un
rato largo. Fue la última vez que lo vi. Increíble que se haya ido tan rápido y
tan joven.
64 Defendiste sólo tres camisetas de club en tu carrera, ¿no
te gustan los cambios?
No entiendo a los futbolistas que cambian de club todos
los años. Jugué solo en tres, eso tiene que ver con que te quieran y con que te
vaya bien. A mí me gusta dejar algo en los lugares, y para dejar algo,
necesitás tiempo, si no, es muy difícil.
65 Vas contra la corriente: de pibe te vino a buscar el
Marsella y no quisiste; el año pasado te ofrecieron ser DT del Rojo y tampoco.
Otros se tirarían de cabeza…
A mí no me gusta tirarme de cabeza, intento sentir
los momentos. Nada te asegura nada, menos en el fútbol, porque uno puede
analizar de arriba abajo las cosas y al final no te va bien, pero tengo que
sentirme preparado y que es el momento, y si eso me pasa, lo acepto, pero si no
me pasa, ¿por qué debo aceptarlo? (Aclaración: una semana después lo buscaría
Estudiantes y sí sintió que era el momento).
66 ¿Nunca pensaste en plancharte el pelo?
Noooo, no
imposible. Moriré con rulos… o sin pelos, a este ritmo.
67 ¿Tu viejo quedó con alguna secuela del secuestro?
Está
todo superado. Mi viejo estuvo alterado al principio porque la pasó muy mal,
pero ya está, ya pasó.
68 En 2010 declaraste en El Gráfico: “No me gustaría volver
de grande, sino para aportarle cosas al equipo”. ¿Le aportaste?
Me tocó
regresar en un muy mal momento del club. Tenía el deseo de volver y no analicé
que había elecciones y que el equipo venía de ser último. Fue un año regular en
lo deportivo, pero la experiencia de haber vuelto y retirarme en Independiente
para mí fue suficiente.
69 ¿Volviste sabiendo que te iba a costar tanto jugar?
Al
principio me costó porque venía de otro fútbol y de no tener continuidad y, con
el tiempo, agarré un nivel aceptable. Pero convivir con los problemas físicos
me terminó ganando. Después de mi última lesión, volví a jugar sobre todo por
la gente que nunca me había dejado solo, por un desafío también, pero quedaron
secuelas físicas. Por eso decidí acelerar todo: mi regreso a Independiente y mi
retiro. Volví con la idea de jugar uno o dos años porque sabía que no me
quedaba mucho más. Si no me hubiera sentido así, quizás me habría quedado algún
año más en Europa.
70 ¿Te arrepentís de haber vuelto viendo cómo terminó todo?
Para nada.
71 Tu día más feliz en el fútbol.
Ufff (piensa), cuando salí
campeón con Independiente en cancha de San Lorenzo. Era mi primer título, era
con mi club. Después de haber visto desde la tribuna a grandes equipos
campeones de Independiente, verme a mí en esa situación fue hermoso.
72 ¿El más triste?
La primera lesión y el descenso. Estuve
en la cancha cuando nos fuimos. Llevaba un año de retirado, pero acompañaba al
grupo: concentraba con ellos, viajaba en el micro, iba al vestuario. Era mi
manera de colaborar. Ese día con San Lorenzo lo vi desde un palco, eh (se
muerde los labios) y después bajé al vestuario y nos quedamos hasta las 12 de
la noche con los utileros, con el delegado Gustavo Sánchez, con gente a la que
conocía desde pibe. Un momento horrible, esa sensación de “esto no puede estar
pasando”. Si había algo que no quería, era que mi abuelo viera a Independiente
descender, pero el fútbol te premia y te castiga.
73 ¿Cuánto tardaste en recuperarte?
Ese día me quedé hasta
muy tarde, nos consolábamos entre nosotros, pero cuando me subí al auto para
volver a casa fue durísimo, porque ahí ya te quedás solo. Ese viaje fue
terrible. Después, como todo en la vida, hay que remarla y superarla. Fue un
día muy emocionante y doloroso, desde la previa en que la gente recibió al
equipo gritando como loca, y luego la dignidad y la grandeza con que asumió el
descenso. No hubo disturbios.
74 ¿En qué se equivocó Cantero?
Le tocó agarrar la
institución en un momento complicado, con buenas intenciones, pero tomando mala
decisiones. Le dio demasiada importancia al tema de la barra y descuidó lo
deportivo. Le tocó ser presidente de un club gigante en problemas, sin
experiencia y todo lo fue superando.
75 ¿Te arrepentiste en algún momento de haberte retirado?
No. Hay veces que extraño el día a día, el hecho de estar en un vestuario con
los compañeros, de ir a entrenar y esperar que llegue ese día de competir. Para
mí fue mucho más traumático el final de mi carrera que el retiro mismo. El
retiro fue un alivio porque el físico no me daba para más. Siempre es duro
dejar algo que uno ama y que hizo durante muchos años, pero era lo que tocaba,
no tenía sentido estirar más el tiempo porque no la estaba pasando bien con
tantos dolores.
76 ¿Por qué no quisiste ser ayudante de Brindisi?
Tenía
mucha relación con los chicos en ese momento y no conocía tanto a Miguel, si
bien tenía una referencia inmejorable de él. “Prefiero no tomar ninguna
decisión que tenga que ver con lo técnico, sí estoy para acompañar y aportar
desde ahí”, le dije. Y eso hice.
77 ¿Y por qué no quisiste ser el DT tras la salida de De
Felippe?
Porque no lo sentía en ese momento y porque pretendía consolidar el
proyecto con las inferiores. Nos reunimos, me preguntaron por ciertos
futbolistas, y pedí un día para pensarlo y elaborar si era el momento o no. Y
me di cuenta de que era mejor seguir donde estaba.
78 ¿Te negaste porque te pidieron que limpiaras al Rolfi y a
Insúa? De eso no hablamos. Si me lo hubiesen pedido, no lo habría aceptado.
79 ¿Lloraste muchas veces por el fútbol?
Sí, sobre todo por
las lesiones. Esa impotencia la tenés que sacar por algún lado.
80 El mejor técnico que tuviste y el peor. El más importante
fue José (Pekerman) y el mejor, Guardiola. Peores no tuve, al final aprendés de
todos.
81 ¿Qué es lo que más te quedó de José? Su docencia y su
claridad de conceptos para que el jugador lograra comprenderlo. Y la visión del
juego.
82 Los mejores amigos del fútbol.
Acá se van a enojar porque
seguro me voy a olvidar de varios. Así, enseguida, te nombro a Leo Avila, mi
ayudante, a Dieguito Forlán, Cuchu Cambiasso, a mi hermano, Leo Ponzio, Leo
(Messi), Masche, el Tanito Pernía, el Cabezón D’Alessandro, Pinto, Rolfi,
Pochito Insúa, Nico Burdisso, Galletti, bueno, tampoco puedo poner a 2
millones…
83 ¿Te agarraste a piñas alguna vez con un compañero?
A
piñas no, pero esta la cuento porque ya la contó Piqué en su libro. Ultimo
partido de Liga en Zaragoza, concentrábamos con Gerard, él muy joven, yo
también, pero mayor que él. En el entretiempo estaba caliente con el partido,
le dije algo y Gerard me contestó. Ahí nomás fui a buscarlo, lo quería matar.
No pasó nada. Fue la típica, te vas patinando con los tapones y tus compañeros
se meten. Terminó el partido, no nos dimos ni bola, me vine a la Argentina para
jugar Copa América y estando en el predio un día me llama y nos empezamos a
reír los dos. Gerard es un personaje, un tipo muy divertido y alegre.
84 ¿A Cruyff lo conociste?
Lo conocí en el club, “hola, ¿qué
tal?” y no mucho más.
85 ¿Quiénes te gustan de los entrenadores argentinos
jóvenes?
Me gusta lo que están haciendo Almeyda, Gallardo, el Vasco cambiando
un poquito el perfil histórico de Boca, Almirón, Cocca, hay muchos…
86 ¿Notás que hay una influencia grande del Barcelona en
estos técnicos jóvenes?
Los equipos que ganan van creando tendencia, es algo
lógico. Creo que no hubo gente a la que le gustara el fútbol que no se sintiera
atraída por cómo jugaba el Barcelona de Pep. Para mí, el equipo que mejor jugó
de los últimos años en la Argentina fue el Newell’s de Martino. Pero sí, hay
cosas del Barcelona en varios equipos argentinos hoy. El hecho de salir jugando
de atrás, la presión alta… A mí me gusta mucho la presión alta.
87 “Quiero saber si estoy capacitado”, dijiste al agarrar el
selectivo. ¿Estás?
Hoy siento que estoy preparado y con ganas de comenzar (de
hecho lo confirmaría una semana después). Pero aclaremos: una cosa es sentirla,
otra cosa es sentirla y desarrollarla, y otra distinta es sentirla,
desarrollarla y que dé resultados. De eso se trata. Faltan las dos etapas. Tuve
algunas propuestas del interior del país y también del exterior, pero no quería
alejarme de la familia (y no se alejó, porque vive bastante cerca de La Plata).
88 ¿Te costó dar tu primera charla frente a un grupo?
La
verdad que no, me sentí bastante bien, me gustó mucho la experiencia que tuve
durante 15 meses con los chicos porque se comprometieron y entregaron al
máximo.
89 ¿A Independiente querés dirigirlo con bastante
experiencia?
Que sea un lugar de llegada y no de experimentación… En mis planes
está dirigirlo alguna vez, de momento no lo veo, no sé dentro de cuánto. Para
mí es un desafío volver a Independiente alguna vez para dirigirlo. Espero que
cuando me llegue la oportunidad, esté preparado.
90 ¿Qué fue lo que más te conmovió del partido despedida?
Que todos los chicos vinieron al partido y después el acompañamiento de la
gente, había más gente de la que imaginaba. Estoy muy agradecido por eso. Y un
momento muy emocionante fue cuando hablaron mis dos hijos y terminaron cantando
“desde el día que nací…” y los siguió todo el estadio.
91 Te cruzás hoy con Noray Nakis, ¿qué hacés?
Soy una
persona educada, puedo tener diferencias con la gente, pero de ahí a no saludar
no tiene nada que ver.
92 ¿Cuánto tiempo creés que le queda a Diego? ¿Su rodilla lo
puede terminar complicando como a vos?
No, la rodilla de Diego está muy bien,
no tiene nada que ver con la mía. La rodilla operada a veces tiene una
descompensación, pero fijate que prácticamente no se perdió partidos ni
entrenamientos. Creo que uno o dos años más va a jugar. No perdió las ganas,
eso es lo más importante.
93 La primera vez que escuchaste el apellido Messi…
En
Zaragoza había un muchacho, Alberto Zapater, más joven que yo, y un día me dijo:
“Gaby, hoy jugamos contra el Barsa B y viene Messi, el pibe argentino”. Yo no
sabía quién era, creo que fue en 2004.
94 ¿Y la primera vez que hablaste con Messi?
En la
Selección, con José de técnico. Contra Hungría, el día que Leo debuta y lo
echan al minuto, después ya en el Mundial 2006. Volví de Alemania y le dije a
mi viejo: “Nunca vi una cosa igual”. Claro, los dos éramos suplentes y después
de los entrenamientos hacíamos reducidos. Una cosa de locos.
95 ¿Te hiciste amigo ahí?
En el Mundial bien, pero Leo
estaba mucho con Ustari, después volvimos a coincidir en la Copa América 2007.
En ese momento tenía todo avanzado con la Juventus y una tarde, en Venezuela,
yendo a entrenar, Leo sube al micro y me dice: “Gaby, me acaba de llamar
Laporta y me dice que por favor no firmes con la Juve porque te va a
contratar”. Me quedé: “¿Seguro, Leo?”. Volví de entrenar y tenía el mensaje de
mi representante: se habían puesto en contacto del Barsa.
96 ¿Te considerás amigo de Leo?
Sí, claro, hablo seguido, la
amistad surgió en el día a día de esos 4 años en Barcelona, ahora no nos vemos,
pero nos escribimos y hablamos. Con Javi (Mascherano) me pasa lo mismo, porque
nos encanta el fútbol, entonces por ahí está viendo un partido y me escribe:
“¿Estás viendo tal partido?”. Y si coincidimos, me llama y nos ponemos a hablar
de lo que estamos viendo.
97 ¿Cambió mucho Leo desde el 2005 hasta hoy?
Cada uno es
como es. Leo tiene ese perfil de tímido, pero también posee una gran
personalidad, porque habitualmente el tímido no participa mucho. No es el caso.
Y tiene una humildad increíble. Creo que los grandes de verdad deben tener esa
humildad. Leo sabe perfectamente quién es y, sin embargo, no lo anda
ostentando.
98 Existe la fantasía de que le sube y le baja el pulgar a
determinados compañeros…
Nada que ver. Yo soy amigo de Leo y mi último año en
el Barcelona, de 60 partidos habré jugado 22, y jamás me hizo un comentario del
tipo: “Che, le digo al técnico que te ponga”. Nada.
99 Ibrahimovic se quejó de eso y luego lo destrozó a
Guardiola. ¿Es muy jodido?
Ibra tuvo una diferencia con Pep y queda entre
ellos, pero con nosotros, en el vestuario, estuvo siempre 10 puntos. Yo tenía
una gran relación con él. Es más: se fue del Barsa y mantuvimos el contacto
durante un tiempo.
100 Hace unos meses, Messi se calentó con Luis Enrique por
una falta que no le cobró en la práctica, ¿es tan competitivo?
Leo es
supercompetitivo en todo. Y se enoja, sí. Ese es su motor. Es lo que es por
eso. Compite en todo. He estado en algún picadito con él, fuera del club y de
la Selección, y si pierde, se calienta de verdad. Por eso, cuando lo criticaban
en la Argentina, que decían que no tenía ganas y esas cosas, era ridículo. Leo
te quiere ganar a todo lo que juegues. Ganar y ganar. En Barcelona hay una
cancha de fútbol-tenis, con paredes y todo, tipo pádel, y no le podés ganar de
ninguna manera. Es imposible. Nadie le gana. Se juega uno contra uno y es un
espectáculo: los controles, lo que hace. Leo es así, lleva el gen competitivo
en el ADN. Por eso es lo que es.
Fuente Infierno Rojo