Independiente cayó 1 a 0 en Ecuador, diferencia suficiente
para quedar eliminado de la Copa Sudamericana.
En InfiernoRojo analizamos las
claves que llevaron a una prontísima primera frustración en la era Beccacece.
Arranque desaprovechado: Sin dudas fue una gran clave para
que el resultado no sea favorable. Los de Avellaneda arrancaron el partido bien
parados, dominando y generando situaciones que no pudo aprovechar. Luego de
diluyó y perdió su momento.
Demasiado atrás: Insostenible que un club como Independiente
fuera a Ecuador a jugar prácticamente todo el partido esperando en su campo. Ni
en esos cuartos de Libertadores contra River en el Monumental había sido tan
austero. Clave para entregar el partido en moño y bandeja. Inentendible.
Ni cambios: En determinado momento del segundo tiempo
cualquiera que sepa un poco de fútbol se daba cuenta que el equipo no podía
sostener la pelota por más de un minuto. Estaba ahogado y no daba dos pases
seguidos. Era Pum para arriba y tenía dos cambios para hacer, que podrían haber
refrescado un poco al equipo, cuales fueran, no importa.
Necesitaba jugadores
frescos para correr, y vaya a saber por qué, no entraron a su debido tiempo.
El gol no casual: Y el tanto de Independiente del Valle
llegó cuando todos lo esperábamos. Sí, porque Fabricio Bustos tuvo que salir
para ser atendido, quedó con diez el equipo y el desborde que derivó en gol
llegó justo por la banda que marca él.
¿Casualidad? De ninguna manera.
Sin reacción: Sebastián Beccacece hizo dos cambios cuando
faltaban diez minutos y el equipo ya estaba perdiendo. Ya había aguantado en la
altura contra Universidad Católica de milagro, y había ganado en Avellaneda la
ida de milagro sobre la hora.
Te sale una vez, te sale dos veces. La tercera
no.
Fuente Infierno Rojo


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