Cecilio Domínguez entró en una curva descendente y podría
salir del equipo.
Es veloz, vertical, gambeteador, atrevido y peligroso, pero
hace más de 10 partidos que no le están saliendo las cosas. Cecilio Domínguez
llegó a Independiente como la compra más cara de la historia del Club, debido a
su talento y potencial, pero su rendimiento fue de mayor a menor y decayó
considerablemente.
Ya en los últimos meses con Ariel Holan, el paraguayo perdió
confianza y desde que llegó Sebastián Beccacece parece aturdido por tantas
indicaciones y gestos ampulosos. Los rivales lo empiezan a conocer y saben que
generalmente engancha de izquierda al centro para sacar un derechazo que, de
momento, no le trajo demasiados frutos.
Su nivel en el inicio del semestre fue muy bajo y merecía
salir del equipo luego de su desempeño en Quito -donde el DT lo puso a marcar
primero y a conducir las contras después-, pero Beccacece realizó un cambio de
último momento y lo mando a la cancha ante Estudiantes de La Plata.
Ante el Pincha entregó 6 pases mal y 13 bien, tuvo un remate
que fue bloqueado, un centro desde la izquierda, dos recuperaciones, dos
regates completados en la mitad de la cancha y quedó una vez en posición
adelantada. Muy poquito.
También es cierto que sufrió una lesión y está recuperándose
de ella. Es muy probable que el entrenador le dé descanso ante Colón de Santa
Fe por la Superliga, para que su espacio lo ocupe Sebastián Palacios.
Cecilio tiene crédito abierto, nadie desconoce de sus
amplias virtudes, pero debe aflorar lo mejor de su juego para ganarse un lugar
entre los titulares indiscutidos.
¡Tiene con qué!
Fuente Infierno Rojo
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