Que Dios sea argentino

Por Hernán Claus

Los hinchas coparon Nizhny y, antes de ir al estadio, rezaron en la Catedral de Alejandro Nevski pidiendo una victoria ante Croacia.

Conocé por dentro un monumento histórico que está a metros de la cancha.

En 1861 era un proyecto arquitectónico osado. Trece años después, cuando fue inaugurada, se convirtió en un orgullo de Nizhni Nóvgorod. Durante la Segunda Guerra Mundial y cuando la ciudad había cambiado su nombre a Gorki (así se llamó de 1932 a 1990) sobre su cúpula más alta -de 87 metros- se colocó un sistema de defensa antiaérea para repeler los ataques de la Luftwaffe, la brigada aérea de la Alemania nazi. La Catedral de Alejandro Nevski tiene una gran historia. Una belleza tan inigualable como gigantezca que recorta el paisaje a orillas del río Volga. Es imposible no verla cuando uno va camino al Nizhny Stadium, donde este jueves la Selección jugará su segundo partido del Mundial, ante Croacia. Será por eso que, ante la necesidad de una victoria para apaciguar los ánimos y nutrir la fe, los fanáticos albicelestes se pegaron una vuelta por el templo y, además de tomarse fotos, posaron para Olé mientras le pedían a un Barba que ilumine al otro: Lionel Messi.

La Catedral está ubicada a casi diez cuadras del estadio, que puede observarse en toda su magnitud desde las puertas del templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. De hecho, la construcción está rodeada por los sectores oficiales de parking de la FIFA. Es por eso se convirtió rápidamente en un stop obligado para los hinchas que preregrinaron hacia la sede del segundo partido del grupo. Varios de ellos arribaban a la zona con un libro-guía en el que podían encontrarse algunos datos específicos sobre la Iglesia, como por ejemplo que luce cinco cúpulas de oro que representan a Jesucristo y a los cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). La banda argentina pasó de ensayar los hits habituales del Mundial a hacer un respetuoso silencio al ingresar a la Catedral, donde pueden observarse distintas imágenes religiosas, preciosos tallados en madera y una araña gigante que ilumina a los feligreses.

Sin embargo, los argentinos no sólo se ocuparon de hacer turismo en el templo. Embanderados y lookeados con las camisetas de sus ídolos nacionales, los fanas también recorrieron las calles de Nizhni Nóvgorod, desde el Kremlin, pasando por la Catedral del Arcángel Gabriel, la Escalera de Chkálov y -claro- por el Fan Fest de la FIFA. En cada rincón de la city se escucharon los temas albicelestes que recorren las redes sociales. Después del city tour hubo caravana hacia el estadio, con una última parada: la Catedral, donde -con los dorsales de Batistuta y Messi, entre otros Dioses de nuestro fútbol- imploraron por una tarde mágica, con triunfo y tranquilidad. ¡Que Dios sea argentino!

 

Los argentinos en la Iglesia.

Fuente Olé