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miércoles, 27 de junio de 2018

Messi más gambeta que Maradona (pero el escándalo es Sampaoli por el Kun) - Video




Sigue la polémica por el armado del seleccionado nacional en el mundial de Rusia 2018. El comentario del entrenador Jorge Sampaoli al capitán argentino Lionel Messi, durante el partido contra Nigeria sobre el ingreso de Sergio 'Kun' Agüero, sigue dando la vuelta al mundo, logrando críticas de muchos hinchas, periodistas y dirigentes pero, ¿qué tiene de malo que un recién llegado DT se apoye en el capitán del grupo y mejor jugador del mundo para armar esquema, equipo y estrategia, sabiendo que lo que probó hasta ahora no funcionó? Messi, por su parte, sigue batiendo récords.


Resultan insólitas las críticas que recibe el DT Jorge Sampaoli por el armado del seleccionado, apoyándose en el mejor jugador del mundo.

Quienes practicaron la profesión, aunque haya sido por poco tiempo, saben bien que es normal que el entrenador establezca un vínculo de confianza con los integrantes del equipo y aún más con el capitán, quien muchas veces hace de puente entre lo que le pasa a X jugador y quienes dirigen.

Es que en un grupo de personas tan grande y con tanta presión siempre surgen chispazos, bajones anímicos, superaciones y pensamientos positivos, por lo que el líder entre los pares puede ayudar mucho en la filtración de información. No es descabellado pensar que uno de los integrantes prefiere reservarse alguna incomodidad o problema personal para evitar decisiones futuras de Sampaoli, en este caso, pero comentarlo con algún compañero.

Está claro que ante Islandia y Croacia quien armó el equipo y la táctica fue Sampaoli. No funcionó. También está claro que para Nigeria las decisiones fueron consensuadas con Messi "y los pibes"; sus amigos en el seleccionado. Y funcionó.


Ahora bien, ¿qué tiene de malo que el capitán intervenga en el armado del equipo y se ponga de acuerdo con el técnico para hacer un cambio, siendo que es él el que está adentro de la cancha y puede llegar a tener en mente algo que Sampaoli no? Si funcionó la sociedad Sampaoli-Messi en la previa, ¿por qué romper todo en medio del partido? Después de todo, el DT también es parte del equipo.

Pareciera que el videíto, y el empeño de TyC Sports por dejar mal parado al árbitro, encubre otro objetivo. Una maniobra de la que Urgente24 prefiere desprenderse porque, como señaló el diario La Nación días atrás, esto ya se parece más bien a un Golpe de Estado, salvando las distancias. Obvio. No vaya a ser cosa que el minuto de silencio termine siendo para otros.
  


"A veces el ego del entrenador no deja comprender lo que piensa el jugador", reconoció en conferencia de prensa, el oriundo de Casilda, tras el triunfo ante Nigeria que logró la clasificación a octavos.

Por su parte, Messi volvió a brillar como lo venía reclamando la sociedad. De hecho, logró otro récord: El rosarino llegó a las 107 gambetas completados con éxito entre las cuatro ediciones en las que ha participado. Una cifra que lo llevó a superar Maradona (105), convirtiéndolo en el jugador que más gambetas hizo en la historia de los mundiales desde el año 1966, tal como recuperó L'Equipe.

Mesa chica

Interviniendo en la formación del equipo y en las sociedades dentro del campo de juego, el 10 indiscutido logró buenas jugadas y asistencias, tal como se vio a lo ancho y largo de la cancha entre todos los jugadores. Por momentos, Argentina fue una cadena de pases, toques y bloques que lograron superar incluso el trago amargo por el penal de Javier Mascherano.

La apuesta por Banega en el mediocampo para unir todos los pedacitos, "a lo Gago", asistiendo a Messi de una manera formidable para que la duerma en su muslo como un padre a su bebé antes de ir a la cama para luego definir de derecha, merece este párrafo aparte.

El desempeño del defensor Marcos Rojo cerró el plan ideado y trabajado ni bien terminó la goleada que se comió Argentina frente a Croacia. Es importante tener a un rebelde en las jugadas peligrosas para el rival. No importa quién sea. Alguien tiene que estar para sorprender. Generalmente, ocupa ese lugar quien se siente más confiado anímicamente ante el desafío. No se trata de fútbol. Va más allá.


No fue Messi. Fue su mesa chica, integrada por Rojo, Di María, Higuaín, Mascherano, Agüero y Biglia, quienes logran que Messi funcione. Que el equipo funcione.

Si así se llegó a la final en Brasil 2014, por qué no intentarlo una vez más.


Fuente Urgente 24

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