El lateral, de 18 años, cumplió una aceptable
actuación.
Por Favio Verona
Lucas Villalba fue lo mejorcito del Rojo en Córdoba. El
pibito completó tres partidos en sólo una semana.
No me imaginaba que iba a jugar los tres partidos.
Igualmente la alegría por el logro personal queda un poco relegada porque la
situación del club no te permite disfrutar mucho”.
A Lucas Villalba aún lo acompañaba su incredulidad. El
fútbol tiene esas cosas. Hace menos de un mes ni siquiera se entranaba en
Primera, pero tras sus correctas actuaciones el domingo ante San Martín de San
Juan (por el torneo Final) y el miércoles con Boca Unidos (en Chaco por la Copa
Argentina) convenció a Brindisi. “El pibe tuvo un rendimiento interesante y se
ganó un lugar”, aseguró el DT el jueves. “No fue fácil marcar a Melano cuando
vino por mi sector. Es un jugador muy rápido, intenté tomarlo con Claudio
(Morel) y se complicó un poco cuando nos ganó en velocidad, pero por suerte
estuvo impreciso y no logró convertir”, comentó el juvenil de 18 años que ayer
fue uno de los punos más altos de un Independiente opaco. “Sufrí en la jugada
del travesaño. Por no hablarnos quedamos mal parados. Menos mal que no entró”,
suspiró. Es que por momentos, sus excursiones dejaron espacios vacíos que un
Morel disminuido en lo físico debió cerrar y el Pirata intentó sacar rédito de
contragolpe. “De los últimos rivales que enfrentamos Belgrano fue el que más
nos complicó”, reconoció el lateral, que se fue conforme por el empate que le
permite al Rojo extender su mini racha de cinco sin perder. “El punto es bueno
porque seguimos sumando”, admitió. Aunque reconoció luego que eso estará
supeditado a lo que suceda hoy con Argentinos: “Ojalá sea positivo cuando
termine la fecha”.
Fuente Olé
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