Un renovado Américo Gallego empezó la tercera etapa al
frente del plantel de los Rojos; de buen humor y frases pícaras, dijo que no
tocó el tema del descenso con los jugadores; cuál será su estilo.
Por Francisco Schiavo
Reaccionó como un leal integrante de la familia: apareció
en las malas, tal vez en el momento más complicado de Independiente.
Américo Gallego revalidó el título de hijo adoptivo y
empezó la tercera etapa como DT de los Rojos. De a ratos, las frases fueron un
show. Risueño y relajado como nunca, el Tolo no pareció aquel Tolo hosco que
igual supo hacerse querer en buena parte de Avellaneda. Algo cambió, al menos,
en el principio. Algo cambió, además, en el baqueteado espíritu de
Independiente.
Gallego empezó mucho más temprano que lo pautado. Durmió
poco por la alegría y porque repasó en su mente una y mil veces lo que vio ante
Boca. El entrenamiento empezó a las 15.30, pero él llegó a las 12.45 al predio
de Villa Dominico. Saludó a todos, incluso al personal de seguridad que levanta
la barrera en la entrada. Ni bien entró en el vestuario, entre vendas y el vaho
del aceite vegetal, lanzó la frase: "Señores, ¡Volvió la alegría!"
Al paso, nomás, Paulo Rosales, dirigido por Gallego en
Newell's, soltó una buena definición. "Sólo de verlo te hace sentir
ganador", describió el mediocampista.
Un allegado al presidente Javier Cantero vio el revuelo y
se animó: "Desde que asumimos es la primera vez que hay tanta expectativa
en el club. Todo lo generó él".
Gallego dejó enseguida los primeros conceptos.
"Siempre estuvo en mi mente volver. Les dije a los jugadores que todos
empezaban de cero. Yo también empiezo de cero, a pesar de mis 57 años y de los
títulos. Nunca les dije que íbamos a pelear para salvarnos del descenso. Les
dije que estábamos para pelear arriba. La palabra campeón siempre está en mi
mente. Y si no podemos ser campeones, seremos segundos. Voy cumplir esta etapa
a full porque no sé si voy a tener otra oportunidad acá. Voy jugarme la vida por
Independiente. El único responsable por los resultados voy a ser yo."
Clarito.
Aquellos que no lo veían desde hacía rato dijeron que el
Tolo se mantuvo intacto. En cuanto a lo físico, tres o cuatro canas más habrán
ganado terreno. En lo anímico, pese a la delicada situación con los promedios,
intacto. Incluso con aquellas cuestiones que parecen más vinculadas con una
pata de conejo: quiso que la conferencia de prensa se organizara en la
confitería, igual que en la última etapa. ¿Cábalas? Todas juntas.
No fue demasiado explícito, pero el diagnóstico se leyó
en la primera línea. "No podía ver así a Independiente. No se tenían
confianza. No tiramos un centro para que el Tecla (Ernesto Farías) haga un gol.
Tenemos problemas para hacer goles. También hablé con Galeano (Leonel), que es
un gran defensor, le pregunté si se había olvidado de jugar, je."
Un tema aparte fue el reencuentro con el capitán Eduardo
Tuzzio, uno de los preferidos de los hinchas, con quien Gallego no tenía una
buena relación. "Salieron muchas cosas en los diarios. Hoy nos vimos y él
me hizo una joda. Ya está. Quedó todo ahí. No pasa nada. Somos grandes. Hablé
20 minutos con él y con Morel Rodríguez."
Hubo palabras para todos los gustos. En el campo, carpeta
en mano, por ahora con escuetas anotaciones, y en la conferencia. Gallego
elogió al juvenil Lucas Villalba. "Va a ser mi pollito", auguró. El
entrenador, al final, siempre redondeó una idea: "No es un plantel
numeroso, pero hay jugadores de categoría. El que juegue mejor va a entrar en
la cancha. Veo un buen equipo, que puede jugarle de igual a igual a
cualquiera".
No lo dijo de viva voz, pero se lo confesó a los más
íntimos: "En el medio tengo muchas variantes, pero arriba no son tantas.
Farías tiene que volver a ser el de antes". Dicen, además, que Luciano
Leguizamón ya recibió un aviso para que se pusiera al ciento por ciento en lo
físico y que Fabián Vargas y Jonathan Santana (ver aparte) ya recibieron el
mote de "imprescindibles". "Leguizamón y Farías tienen que hacer
entre ocho y diez goles por campeonato", repitió Gallego, en una tarde
para escucharlo. Volvió el Tolo. Y recargado es poco.
Con un enganche y dos delanteros
"Un equipo de hombres"
Américo Gallego ya avisó como jugará Independiente.
"El esquema va a ser con un enganche y dos delanteros (4-3-1-2); o, a lo
sumo, podemos jugar con dos enganches y un delantero (así ganó el Apertura
2002). Este es un equipo de hombres y lo demostró contra Boca. Los liberé a todos para que jueguen como lo
hacían en sus anteriores clubes", comentó el DT.
El Tolo no tendrá para el debut ante Godoy Cruz, pasado
mañana, en Mendoza, a tres de los jugadores que considera para la columna de
Independiente: Fabián Vargas, Claudio Morel Rodríguez, ambos suspendidos, y
Jonathan Santana, que terminó el partido ante Boca (0-0, que clasificó a los
Rojos para los octavos de final de la Copa Sudamericana) con una molestia
muscular.
En cambio, podría reaparecer Víctor Zapata, recuperado de
una dolencia.
El show del Tolo
"Cuando iba a la sede para firmar el contrato me
dije que no me iba a pelear nunca más con un periodista. Pero ustedes empiezan:
¿Y qué pasa si no ganás? ¿Y qué pasa si no ganás? Y qué va a pasar, ¡Voy a
tener que irme!"
"Está todo bien, muchachos, es un buen momento. Ya
no voy a hacer más burradas como aquella en el debut contra Lanús (perdió 5-1 y
dijo que iba a cortar cabezas). Eso fue culpa mía"
"¿El Bocha (por Ricardo Bochini) dijo que yo tenía
que ser el técnico? Je. No sabe nada. Él es como yo: cuando tiene que decir las
cosas va al frente. Va a ser un asesor. Si hoy hasta ya pidió ropa. Quería
entrar a jugar"
"Una de las primeras cosas que les dije a los
jugadores fue que tengo cara de hijo de., pero es porque soy así. soy un tipo
divertido, es la verdad. Hablamos bastante. El clima cambió. En el vestuario
había cumbia, los Redonditos."
"La gente me aplaudió y me recibió bárbaro cuando
fui a ver el partido contra Boca. Hasta me cantó. Me gustó mucho eso que «De la
mano del Tolo la vuelta vamos a dar». Vamos a tratar de hacerlo"
"Estuve un año sin dirigir y supe que éste era mi
momento. No fue fácil estar en casa. No atendí ni a un periodista. Me la pasé
viendo partidos. Seguí todo. la C, la D. Hay que bancarse estar así, ¿eh?"
Fuente Cancha Llena
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