De alta tensión: Independiente y Boca vuelve a jugar por
la Sudamericana
A las 19.15, se miden por el partido de vuelta, en
Avellaneda, en busca de los octavos de final; más temprano, presentan a Gallego
en los Rojos
Chávez marca a Battión - FotoBAIRES
Cuando las emociones entran en esta historia de patear
una pelota, se potencian las energías.
Esta tarde en Avellaneda el estadio será
un volcán de sensaciones.
Por las urgencias, por las necesidades, por ese
folklore de ser el Rey de Copas, por sentirse importantes, por revalidar
condiciones, para apagar incendios, para evitar conflictos, para comenzar
nuevos ciclos, para confirmar proyectos...
Sí, todas estas cuestiones se pueden
dirimir, desde las 19.15, en el Libertadores de América.
Dos equipos de la
talla de Independiente y Boca, son los generadores de todas estas cosas. Es uno
de esos choques en los que la instancia, los 16avos de final de la Copa
Sudamericana, será apenas un excusa. Incluso, que esté en juego el pasaporte a
los octavos de final, también, porque se trata de dejar en el camino a un rival
demasiado importante y eso implica encontrar el energizante ideal para seguir
adelante.
Independiente tiene mucho de qué preocuparse. La ansiedad
lo trastorna. Con el desembarco de Américo Gallego intenta encontrar la
motivación para pasar el compromiso. Es Boca el que estará delante y poder
dejarlo en el camino significa recuperar la confianza para concentrarse en su
verdadera lucha: mejorar el promedio en el torneo doméstico.
Los Rojos están demasiado apremiados tras la salida de
Cristian Díaz. La presentación oficial de Gallego justo dos horas del partido
parece ser una excusa para empujar al grupo a conseguir el objetivo. Por eso
sin estar en el banco de los suplentes Tolo ya envió mensajes de que tomó el
control. Será Enrique Borrelli el que tendrá el buzo esta tarde, pero sólo para
ponerle voz a las ordenes de Gallego, que fue quien decidió dejar afuera a
Russo de este encuentro y darle lugar a Vallés. Así como concentrar a Fredes,
recuperado de un desgarro.
El empate en la Bombonera por 3-3 le permite a los Rojos
pasar la instancia con un empate, y hasta puede especular con hacerlo por más
de un gol. También tiene la historia a su favor, porque los antecedentes marcan
que el conjunto xeneize nunca pudo ganarle en Avellaneda por competencias
internacionales (cuatro éxitos de Independiente y dos empates).
Para Boca las obligaciones aparecen disimuladas por los
apremios de su rival, aunque para el conjunto de Falcioni no sería sencillo
asimilar una salida tan pronta del certamen internacional. Incluso, cuando
todavía arde la herida por la final perdida ante Corinthians por la Copa Libertadores.
Es por eso que el entrenador eligió utilizar a sus
mejores hombres en este desquite en el que está obligado a ganar o, al menos,
empatar por tres goles para forzar una definición por penales. Sabe de las
dificultades que el rival le ha ocasionado en el último tiempo. Como aquel 5-4
en contra por el torneo Clausura y este último empate 3-3, ambos en la
Bombonera.
Le corrió a Falcioni una cuota de inseguridad cuando
Ustari y Ledesma estuvieron en duda por supuestas irregularidades en sus pases,
pero cuando llegó la confirmación de la habilitación, su planes no se alteraron
y mantendrá el esquema con Chávez como enlace y Silva y Viatri en el bloque
ofensivo.
Será un juego de alta tensión. Independiente lo siente y
Boca lo palpita. Será cuestión de tener la sangre fría en uno de los duelos más
calientes.
Un verdugo charrúa
Santiago Silva tiene una historia especial con
Independiente, ya que le convirtió 7 goles, uno con la camiseta de Gimnasia,
tres con la de Banfield, dos con la de Vélez y uno con la de Boca.
Fuente Cancha Llena
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