Por Javier Brizuela
Duele analizar y calificar lo que ocurrió ayer a la noche en
Avellaneda.
Rodrigo Rey (6): De lo mejor del equipo, como siempre. En la
primera etapa contiene sin dar rebote un tiro de Aguirre a los 6, roza a los 35
al córner un tiro bajo, y salva un gol de Recalde sobre la hora de manera
brillante, metiendo un manotazo abajo. Flojo en el segundo, que le pasa entre
las piernas.
Luciano Gómez (5): Duró solo media hora, por decisión
táctica del técnico al ponerse en ventaja el rival. Tuvo problemas con Aguirre,
pero tampoco es que lo estaba haciendo mal.
Cristian Báez (5): No brindó mayor seguridad, pero no tuvo
errores graves ni complicaciones en lo individual.
Edgar Elizalde (1): Un espanto por donde se lo mire. Arranca
bien desde abajo la primera jugada de riesgo a los 3, en lo único positivo que
hizo. Después pierde siempre, en los goles cobrados, en el anulado y la que
salva Rey. En la jugada del primero pifia el cálculo, quizá porque el viento
frenó el pelotazo (su marca tampoco lo esperaba donde cayó y por eso estira el
pie). En lo que era el segundo, con mérito rival ante un centro preciso. Vuelve
a caer en lo que era gol de Recalde a los 45 y salva Rey. Y bueno, que decir
del gol en contra, en el que ni siquiera se entiende que quiere hacer, porque
no intenta rechazar. Como si fuera poco, tiró pelotazos a cualquier parte y se
mostró desconcertado, sin respuestas anímicas. Lamentablemente es muy difícil
pensar en que pueda revertir esto.
Ayrton Costa (4): Tampoco fue bueno lo suyo, con problemas
en la marca y sin aportar arriba. Tiene un resbalón fatídico en la apertura del
marcador, que lo deja fuera de la jugada.
Iván Marcone (2): Pésimo lo del capitán, navegando con
Internet Explorer, dando muchas ventajas en un campo y con un rival rápidos. Un
error en una entrega de cabeza generó una contra peligrosa que no fue gol por impericia
de un rival. Dio varios pases a rivales y nunca se pudo meter en el partido.
Martín Sarrafiore (3): Muy flojo encuentro del zurdo, sin
tener peso en el desarrollo. Tan solo un tiro de afuera a los 48, que exigió
algo a Hoyos.
Baltasar Barcia (2): Horrible partido del uruguayo. A los 4
entró con pelota dominada al área y disparó, pero le salió donde estaba Hoyos.
Pasó a jugar como lateral después del primer cambio e hizo todo mal, tanto en
la marca cometiendo faltas innecesarias, como a la hora de atacar mandando
varios centros a la tribuna.
Braian Martínez (5): Como el equipo, tuvo un buen arranque
para irse apagando. La hace muy bien a los 3, con velocidad y precisión para
abrir a la derecha a Giménez. A los 17 le quedó en el área, pero le dio débil.
A los 65 le dio de lejos y tras un rebote pasó cerca del travesaño.
Matías Giménez (3): Malo lo del delantero, que lo tuvo y no
aprovechó. A los 3 quedó solo, pero sin darle bien firme, el palo evitó su
grito. Hace mal un lateral. Al menos en el tramo final, con el equipo
totalmente perdido, mostró respuestas anímicas.
Martín Cauteruccio (3): Nada para el goleador, que no contó
con chances ni juego.
Nicolás Vallejo (2): Entró a los 31 por Gómez, para ocupar
el lugar de Barcia por derecha. No generó absolutamente nada.
Santiago Hidalgo (5): Ingresó a los 65 por Sarrafiore. Sobre
el final tiene una buena jugada en el área, que no logró definir con fuerza.
Santiago Salle: Reemplazó a Barcia a los 83, sin entrar
demasiado en juego.
Kevin López: También a los 83, él por Martínez. Entró
enchufado, manteniendo la pelota en un par de jugadas por izquierda.
Ricardo Zielinski: Se derribó el castillo de naipes, y antes
de ganar como visitante perdimos de local. El equipo empezó muy bien y de
entrada puso en aprietos a Newell's, pero duró poco. La mandíbula de cristal de
este plantel hace que se muera anímicamente ante la menor adversidad, y que no
levante con nada que le pase a favor, como la anulación del segundo gracias al
VAR. Encima es muy evidente la poca inteligencia con la que se juega, lo que
hace ver una decisión equivocada detrás de otra, o que por ejemplo después de
tirar mil pelotazos, en el último minuto adicionado del primer tiempo se la
pasen tocando corto atrás, hasta que el árbitro se cansó y lo terminó. La
situación es desesperante pensando a futuro, da pánico mirar las tablas, tanto
para el semestre que viene la acumulada como para el año próximo la del
promedio. El mercado de pases es más clave que nunca, en todo sentido, y nada
de lo que suena ilusiona demasiado. Tampoco el balance del entrenador, que es
negativo a esta altura.
Fuente Orgullo Rojo
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