Por Javier Brizuela
Mercado de pases, negociados, crisis económica y juveniles
Aunque aún restan dos fechas para el cierre del torneo, el mercado de pases ya empezó. Esto, además de que sea habitual que haya rumores mucho tiempo antes, se da porque el segundo semestre comienza casi inmediatamente después de finalizar el actual.
En Independiente ya que haya mercado es una gran noticia,
teniendo en cuenta que es gracias al levantamiento de la inhibición que tenía
el club, por el aporte de los hinchas para abonarle al América.
Y como en cada receso, aparte de las novelas que se repiten
cada seis meses, comienzan las mismas discusiones de siempre. Las que si son
tan viejas como el fútbol, es porque no tienen una sola verdad absoluta, al
igual que este deporte que tanto amamos.
¿Hay que apostar a los pibes? ¿Están preparados? ¿Tienen
condiciones? ¿Ponerlos rápido es quemarlos?
Santiago López, categoría 2006, es el último de nuestros
juveniles en debutar en Primera. Y tanto en el plantel del Ruso Zielinski, como
en la Reserva de Monzón, son muchos los valores que tiene el club, algunos más
preparados que otros para dar el salto. Recurso genuino si los hay, sobre todo
en este contexto de crisis.
Y más allá de que solamente con el tiempo sabremos lo que
pueden dar con la camiseta del Rey de Copas, hay que saber tomar decisiones que
tengan el menor margen de error posible.
Lo que tenemos sobre la mesa es un entrenador que no es
propenso a jugársela con y por los pibes, un club con una crisis económica
gigante, y un plantel que está en el puesto 20 de 28. Sin dudas un combo
explosivo.
Por eso hay que mantener la cabeza fría más que nunca para
no cometer errores que empeoren las cosas en los dos ámbitos, el futbolístico y
el económico.
No podemos traer por traer solo porque el equipo sumó pocos
puntos. Sino vamos a caer en otro Luciano Gómez, sin saber si Salle da la
talla, en otros Mulet y Pérez, cuando teníamos a un Ortíz y un Costa que hoy
son de los pocos titulares indiscutibles. O en otros Barcia y Sarrafiore,
teniendo varios pibes como Atencio pidiendo pista y chances, que hasta ahora no
encuentran lugar.
Se puede pensar en incorporaciones que no signifiquen una
erogación importante de dinero, en jugadores con experiencia que tengan buenos
números, como por ejemplo Tarragona. Porque al igual que Cauteruccio, pueden
ayudar y hasta enseñarles a Hidalgo, Sayago y López. Pero amagar con gastar más
de un millón de dólares por Wanchope, sería un insulto no solo a nuestros
juveniles, sino también a todos los socios que pusimos dinero para saldar
deudas.
¿Cuanto sale Leo Morales por ejemplo, y cuanta diferencia
hay entre este defensor de Gimnasia de 32 años que juega hace cinco en Primera,
y Agustín Quiroga o Axel Poza? ¿No nos hicimos la misma pregunta al incorporar
a Laso?
Gastos por profesionales con jerarquía comprobada, ya sea en
el Rojo o en otro club, como pudo haber sido Izquierdoz, o puede ser Maxi Meza.
O por apuestas que pueden salir bien o mal, por jugadores jóvenes que tengan
buenos números y condiciones, como lo fueron Kevin López y Matías Giménez,
ambas buenas compras aunque aún no hayan dado el resultado esperado.
Jugadores experimentados que sumen, sin generar mayores
gastos, como lo fue Cauteruccio, o lo pueden ser Tarragona y Freire.
Y siempre hay que tener en cuenta que Hidalgo, Sayago,
López, Rambert, Quiroga, Poza, Ruíz, Tarzia, Millán y Parmo, sumados a los
retornos de Pozzo y Márquez, son del club. Y además de no tener que pagarlos,
sino les damos las mismas chances que tuvieron los que compramos
innecesariamente, no sabemos si están a la altura o no.
Los pibes son nuestros, los otros no.
Fuente Orgullo Rojo
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