Con las manos limpias

Por Pablo Bufi -

 

Independiente empató 2-2 con Boca en la última fecha de la Liga Profesional. El Xeneize se consagró campeón y el Rojo cerró un año para el olvido, no consiguiendo ninguno de los objetivos.

 

Mucho se habló en la previa del partido sobre qué iba a hacer Independiente y cumplió. Boca jugaba por el título y el Rey de Copas para honrar su nombre. Jugó hasta donde le dio, sin importar lo que pasara en la otra cancha.

 

En su último partido en el club, Julio César Falcioni salió a jugar con una línea de cinco en el fondo, a diferencia de cómo lo venía haciendo en los últimos encuentros. Si bien de arranque Boca mostró un planteo más ambicioso y fue el que tuvo la primera jugada, el marcador lo abrió Independiente: Lucas Rodríguez se escapó por izquierda, se metió en el área, Luis Advíncula lo pisó y Darío Herrera cobró penal, que Leandro Fernández se encargó de convertir para poner las cosas 1-0.

 

Mientras en la cancha de Racing lo festejaban, Pol Fernández marcó de cabeza el 1-1 tras un tiro libre de Óscar Romero.

 

Para el segundo tiempo, Hugo Ibarra mandó a la cancha a Sebastián Villa y tuvo su premio. De tiro libre, el colombiano a los 5′ clavó un tiro libre en el ángulo, poniendo a Boca 2-1 en ventaja. Falcioni movió el banco, metió a Nicolás Vallejo y a Juan Cazares. Primero, el ecuatoriano tuvo el empate en dos oportunidades en la misma jugada, pero fue el juvenil Vallejo el que decretó el 2-2 cerca del final.

 

Independiente fue al frente, como marca la historia y terminó con las manos limpias. En la otra cancha, inventaban un penal para que Racing pudiera festejar, pero fiel a su mediocridad no ocurrió.

 

 

Fuente LxR