El domingo, con Godoy Cruz, se dio algo que hace rato le
viene sucediendo a Independiente. Cada vez que el Rojo empieza perdiendo, nunca
logra revertirlo, o al menos así se da en el plano local. Una sola vez el más
grande pudo dar vuelta un encuentro en el que arrancó abajo, y fue con
Montevideo City Torque, en Avellaneda, por la Copa Sudamericana.
En el ámbito doméstico, los dirigidos por Julio Falcioni arrancaron perdiendo en once ocasiones (seis por Copa de la Liga, cuatro por Liga Profesional, y una por Copa Argentina).
De todas ellas, el Rey de Copas
terminó cayendo en nueve oportunidades, y la única que no lo hizo fue por la
fecha 4 del torneo actual, cuando igualó 1-1 con Platense.
Pero eso no es todo. Siguiendo en el plano local, a Independiente le han empatado tres veces en partidos que iba ganando, y solo en una de ellas se pudo terminar sobreponiendo. Esta fue en la última fecha de la Copa de la Liga, cuando le ganó 3-1 a Huracán para avanzar a Cuartos de Final.
Es decir, las estadísticas indican que al Rojo lo achican
las adversidades. Cuando debe dar un poco más para volver a ganar un encuentro
que le empataron o cuando tiene que dar vuelta un resultado, no lo hace, y
cuando está cayendo, es casi seguro que así terminará, ya que le cuesta mucho
incluso llegar a la igualdad.
Esto, por su parte, atenta contra las aspiraciones de un equipo que, en la sexta fecha, parecía un serio candidato a lograr el campeonato, pero que hoy da la sensación de ser todo lo contrario. Los jugadores y el cuerpo técnico deben trabajar seriamente en estas cuestiones, ya que privan al equipo de conseguir puntos fundamentales en la lucha por lograr los objetivos.
Fuente Infierno Rojo
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