Por Lucas Campos
Alguna vez les diré a mis hijos que no vi un partido de
Santos vs Independiente por Copa Libertadores porque tuve que ir a cursar.
Aunque les diré que aquella cursada me sirvió para entender
porqué el Rojo le ganó la pulseada al equipo brasilero, para saber qué
comportamientos no están bien y para comprender aún mejor algunas frases de
Ginóbili, quien se retiró esta semana y que, también, explicó la clasificación
del Rey de Copas.
Les diré a mis hijos que aquel día fue silencioso. Que la
clase de Medios parecía vacía, que el profe tenía de fondo de pantalla a
Tagliafico besando la copa y que no resistió a preguntarme cómo iba el partido.
Que a mi alrededor había personas muy instruidas en muchos temas pero no de
fútbol y que me reproché a mí mismo por no haberles compartido semejante
momento de la vida, que es un simple y
mero partido de fútbol.
Les diré a mis hijos que otros me contaron aquel partido.
Que Lucho, Neru y mi viejo me dijeron que a Independiente, y sepan disculpar
tamaño atrevimiento, que a Independiente lo cagaron a patadas. Que el equipo
levantó las manos en medio de un Coliseo que quería soltar a los leones. Pero
que el Rey fue y jugó. Infló el pecho y deslizó gambetas que algunos no
supieron entender.
Que el juez estuvo pintado, que Campaña soltó una carcajada
ante algún intento de los de blancos y que Meza la rompió, aunque luego falló
un penal. Me dijo, mi viejo, que lo tendría que haber pateado como lo hacía el
Chivo, no lo sé.
Neru, desde Brasil, me contó que los locales no se bancaron
semejante muestra de hombría por parte de Independiente y decidieron que se
suspenda el partido.
Cuando llegue el día en el que le tenga que explicar a mis
hijos, este día tan importante, les diré, primero, que estudien, segundo, que
no se fumen los nervios, y tercero, que Independiente no pasó de ronda
solamente por poner huevos, sino porque cómo decía Manu: “Los partidos se ganan
jugando bien, sobre todas las cosas”. Y que además, me fui a dormir tranquilo,
porque más allá del fallo de CONMEBOL, Independiente trató de ganar con armas
nobles.
Que entró, jugó y se fue silencioso, como la clase de
Medios, o como la actitud de Manu.
Fuente De la Cuna al Infierno
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