Por Mauro Erbiti
Mucho se celebra la vuelta de Federico Insúa a
Independiente, ya que es un futbolista distinto, con calidad y capacidad para
asistir a sus compañeros. Pero en este equipo de Omar De Felippe, con sólo un
delantero y varios volantes que van y vuelven, que atacan y defienden, ¿dónde
encaja el Pocho?
En el equipo ideal de De Felippe, se ubican en el
mediocampo, adelante de Martín Zapata y Marcelo Vidal, Federico Mancuello, Daniel
Montenegro y Matías Pisano. El Rolfi y el Enano están para la creación y el
desequilibrio arriba, mientras que Mancu aporta mucho con sus subidas por la
banda y centros, pero también en el retroceso. Federico es alguien que siempre
demostró sacrificio por el equipo, jugando de doble cinco y de lateral cuando
fue necesario. En las últimas fechas de la primera rueda del torneo de la B
Nacional, sin Mancuello disponible, Omar optó por las condiciones -todavía no
explotadas en la Primera de Independiente- de Leonel Miranda. Pero se sabe que
el técnico prefiere a Mancuello por su capacidad para volver a ayudar en la
marca. Incluso a Montenegro hay que reconocerle que baja hasta el área central
para robar y comenzar las jugadas desde ahí. De eso se trata lo que busca De
Felippe: equilibrio, tenencia de pelota y compromiso para recuperarla rápido y
ser protagonista.
Ahora, con un refuerzo de nombre como el de Insúa, se
buscará seguramente acoplarlo para que se meta en el once. Díficil sería pensar
que un fichaje como el de Insúa fue para tenerlo de suplente. De ahí, entonces,
cae de maduro que el que deberá salir es Mancuello. De esta manera, el Rojo
tendría tres jugadores creativos y ofensivos -Insúa, Montenegro y Pisano-
detrás del único delantero, el siempre oportunista Facundo Parra. ¿Pero no
queda descompensado el equipo, entonces?
Sin dudas, el Pocho le da un salto de calidad al equipo y
aporta un plus de mitad de cancha para adelante, pero difícil será que Insúa
haga tareas de ida y vuelta como las de Mancuello. Para eso, entonces, estarán
Vidal y Zapata en un doble cinco para la contención. Pero sabiendo que Zapata
es de subir hasta el área, y que además los laterales -seguramente, Gabriel
Vallés y Claudio Morel Rodríguez- también se proyectan, va a quedar un equipo
que ataca con mucha gente -hasta con siete jugadores, si Vidal se queda en el
medio- y que quedará muy expuesto. Ya se vio en el verano: Independiente suele
quedar mano a mano con los atacantes rivales. Y si la defensa roja pasa de ser
la muy sólida del fin de año pasado a la muy frágil de este verano, entonces el
equipo va a sufrir y mucho.
En el costo-beneficio, Independiente va tener mejor
circulación de pelota y mayor abastecimiento para el centrodelantero -algo que
fue de los mayores problemas en el semestre-. Pero, por el otro lado, va a
sufrir igual o mas de lo que venía haciendo. Si todos se comprometen a hacer el
ida y vuelta -desde Montenegro hasta Zapata- y el equipo logra el dominio y la
posesión de la pelota, entonces podría no haber tantos problemas. En una
División donde son muchos los equipos que respetan al golpeado Independiente y
pocos los que lo atacan de igual a igual, habrá que tomar riesgos.
Fuente Infierno Rojo
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